6 décadas
Empecé imaginando historias,
creando un itinerario de vida,
talvez planteé algunas ideas,
siempre creyendo que me superaría.
Habían mejores que yo y entendí lo que quisieron decir,
que no todo llega fácil, que solo habría que esperar,
que es mejor dejarlo en blanco y si hay un lápiz se escribirá.
Mas creando mis propias canciones, me di cuenta al final,
que no todo es lo que dicen, que es mejor creerlo así,
si no iguala con tu ecuación, busca otra alternativa.
Busqué entonces un concepto, y un título al final,
le habría puesto “Mis metas”, pero sería muy personal.
En ese caso hablaría, de lo que se siente imaginar;
pero es la mitad de mi proceso y necesito algo completo.
Entonces se me ocurrió, una noche mientras meditaba,
el cielo nublado con lluvias de abril, una luna insatisfecha
y una unica estrella mirando
como mientras yo me esforzaba por brillar en la vida,
ella lo hacía, con gracia y delicadeza, pasando desapercibida.
Fue cuando para mis adentros, en mi mente se pintaban palabras.
Se cerraban mis ojos y mis suspiros se escuchaban.
Una sonrisa y talvez mis labios
se movieron sin provocar sonido.
Para así entenderlo todo, para así tambien vivirlo.
Pedir un deseo no consiste en esperar
a que de un momento a otro se cumpla.
Pides lo que anhelas; pero también,
debes de hacer lo posible por cumplirlo.
Alguien.
Sin saberse nombre o lugar, o que tan culpable haya sido
de que el mundo se lo creyera,
a dicho que solo con pedírselo a una estrella
o soplar una vela…o guardarte una pestaña
tus deseos se cumplen.
Sin embargo solo son objetos que se llevan tus ansias de tenerlos;
pero llegado el tiempo, los dias, meses y hasta años.
Tu mismo terminas cumpliéndolos.
No muchos lo logran, a mitad del camino resbalan,
o las ramas los van cortando.
A veces toman atajos, que resultan ser caminos quemados.
Otros sin embargo, han pisado algunas espinas,
y rodeado varias piedras.
Tal como algunos esquivan los problemas
Otros los disfrutan y aprenden de ese dolor.
Cicatrices y moretones que te hacen ver el final del laberinto.
Hoy, cumplidas apenas 6 décadas de renacer en este siglo,
al anochecer vi la misma estrella en la cual guardé de infante,
de mis deseos el más preciado.
¿Esa estrella no lo cumpliría?
Hoy me ha recordado y me ha hecho comprender.
Que yo, siendo el propio astro de mi pasado,
he consumado mi mayor sueño.
Su fulgor se está apagando.
Y el mio no queda atrás.
Nos acompañamos hasta el final de mis dias.
Y hoy nos iremos juntas.
A conocer las almas del pasado.
A escuchar los susurros de otros niños.
A seguirlos hasta verlos satisfechos.
En el cielo hay mil estrellas.
Pero incluso hasta la más pequeña está brillando esta noche,
para escuchar lo que sueñas.