La Bruja Sin Ojos
Hace mucho tiempo, cuando la magia era
temida y concebida como algo desconocido, incluso para aquellos pocos que creían en ella,
y la caza de brujas, era algo normal en esos días llenos de silencio,
donde el temor podía respirarse en el aire. Las gentes del lugar sentían
un terror tan intenso que casi podía cortarse con un cuchillo.
La noticia se extiende como la pólvora. Van a organizar la primera partida de caza de brujas ya que según algunos
rumores se decía que la antigua y polvorienta cabaña, esa que esta en
las cercanías del puente y que hay encima del río que nace en la parte más
alta de la colina, se dice que en ella vivía una bruja.
Pero ese rumor
ya no es nada nuevo. Dicen que en esa cabaña ya no vive nadie, la última
alma que vivió bajo su carcomido techo, fue una joven que vivia sola y
raramente se la veía en compañía, ni siquiera tenia trato con las
personas más infames o inmorales del lugar, aunque a veces salía a
pasear por el campo con un cesto de mimbre, portando una hoz.
Despues, no la volvían a ver mas en todo el día.
Un día ocurrió algo que hizo
sospechar a todos de que esa joven tramaba algo. Dudaban mucho de que no fuera malo.
Un extraño olor bajo con el aire de la mañana, hasta
la aldea situada debajo de la alta colina. Muchos aldeanos subieron
arriba, a ver que sucedía.
El mas valiente de ellos llamo a la puerta de
la desvencijada cabaña.
La puerta se abrió.- ¿Qué desean, les puedo
ayudar en algo-dijo la joven, se miraron los unos a los otros.
Veras esta mañana nos hemos despertado muy sobresaltados. Un
extraño olor venia de lo alto ¿nos preguntámos que estas haciendo?
La joven los miro con astucia y sin
inmutarse lo más mínimo dijo: Estaba preparando un estofado con hierbas
recogidas del campo, ¿es tan inusual en este lugar que alguien este
preparado un estofado con ingredientes que no son los habituales?
Los aldeanos se miraban mas que nunca
antes con curiosidad ahora se miraban como entupidos.-Bueno discúlpenos a
todos no era nuestra intención molestarla.- dijo el aldeano. Dicho esto
se fueron bajando la colina.
Todo siguió igual, la joven seguía su
habitual costumbre, los aldeanos acostumbrándose a despertarse
respirando ese extraño olor a hierbas florales. No había nada que se
saliera de lo normal, simplemente era una joven con un gusto distinto
para los estofados.
Pero un día un muchacho de apenas unos
17 años bajo la colina hasta el pueblo. Venia acalorado y cubierto de
sangre. Los aldeanos empezaron a salir de sus casas.- ¿Quién te ha hecho
esto?-le pregunto uno de los aldeanos, el chico señalo a la cabaña de
lo alto de la colina y sin que pudiera decir nada mas, se desmayo. Sin
que lo pensaran dos veces, los aldeanos cogieron cuchillos, hachas,
tridentes y cuerdas mientras se disponían a subir la colina camino a la
cabaña de la joven. Una vez allí, llamaron a la puerta. La puerta no se
abrió; volvieron a llamar, tampoco contesto nadie así que no les quedo
mas remedio que echar la puerta abajo.
Cuando abrieron la puerta, lo que
vieron les hizo casi cerrar los ojos del espanto. Había jaulas colgadas
del techo con niños medio muertos, restos de vísceras animales tanto
humanas. Una gran mesa repleta de tarros con hierbas extrañas y en el
centro de la habitación había un enorme caldero que rezumaba de el un
olor nauseabundo, una mezcla entre hierbas florales y carne putrefacta o
en descomposición.
Todos estaban asustados, algunos
salieron afuera de la cabaña para vomitar. Finalmente decidieron
prenderle fuego a la cabaña y cuando llego la joven atraída por el humo
que venia de la cima donde su cabaña estaba ardiendo, en cuanto la
vieron los aldeanos se echaron sobre ella.
Le ataron las muñecas y los pies,
después la llevaron entre todos a un árbol cercano y mientras con las
cuerdas restantes preparaban una soga que la pusieron al cuello mientras
los demás se preparaban para lincharla pero antes de darle fatal
destino, uno de ellos cogio un cuchillo y le extirpo los ojos. Hecho
esto la ahorcaron…Ahora después de 10 años, esa colina quedo maldita.
Algunos intrépidos morbosos que habían
subido a ella, cuenta haber sentido que algo los acechaba y en mas de
una vez les había parecido ver cerca de un árbol, la silueta de una
mujer que los miraba sin ojos…Por eso os digo a todos, sobretodo a los
aprendices que la única manera de acabar con una bruja es quemar su
cuerpo, un error que cometieron las gentes de este pueblo. Por eso esta
furiosa, su alma aun reclama venganza…la verdad no se si arderemos en el
fuego de su venganza solo digo que lo único que arderá esta noche será
su putrefacto cuerpo y su condenada alma en el fuego del Infierno.
Soy de aquellos que dudan de la existencia de las Brujas, no obstante, he disfrutado de tu pequeña e interesante historia.
Shalom amigazo
B.B.