Depresión de sentimientos.
I
Tormentas suenan en tu cabeza
cuando en tus recuerdos los nubarrones acechan;
sigilosos como sombras, estridentes como truenos
cuando de negativas ideas, bombardean tu memoria.
En la cama escondes tus temores y tus miedos,
y la almohada conoce, todas tus lágrimas y secretos.
Gritas en silencio, rompes tus añicos,
respiras veneno y te asfixias en tu gimoteo.
Sonrisas cosidas, sangre hervida en tus venas,
sobrevivir es tu lema, conseguirlo será otro tema.
Hoy será un nuevo anochecer, y mañana
la tristeza oculta del ayer.
II
Amanece el día,
y agotada arrastras tu cuerpo.
Sendero del miedo, gritan tus horrores,
y otro día estúpida e inutil, te pesan los edredones.
Frágil y dolorosa, tatuada está en tu mirada,
que con cada dañina palabra, te hundes desarmada.
Te levantas de la cama y no sientes emociones,
y con el alma por el suelo, te diriges al espejo.
Ni la cara te lavas, ni los cabellos te peinas,
y la chica del espejo grita
lo defraudada que está de ti.
Y la angustia de sus ojos claman,
la verdad que se oculta dentro de ti.
Te vistes rápido, aislas tu mente,
esperando que este día
acabe velozmente.
Para llegar por la noche a la cama
y confesarle otra vez a la almohada
que no quieres un siguiente mañana.
II
Llegas a casa
y te refugias en tu soledad.
En la bañera se acumulan
tus desilusiones y frustraciones,
y el agua caliente inunda
todas tus inseguridades
Creadas de un trágico momento
en el que tu mente retorció todo lo bueno
que abunda dentro de tí.
Abatida rompes a llorar,
de tener que vivir cada instante igual,
y hundes tu rostro en el agua
a tus lágrimas de nuevo derramar.