CUANDO LLORAN MIS HIJOS
Cuando mis hijos me lloran
mi alma no se enternece
pues mis oídos ausentes
no pueden captar el llanto
que brota de su quebranto
murmurando todo el día
el derecho y garantía
de ver a su padre un rato.
Cuando mis hijos me lloran
quizás yo también los lloro
porque un espíritu solo
no tiene otra salida
que reclamar día a día
el derecho más innato
de compartir sus relatos
con el vivir de su cría.
Cuando mis hijos me lloran
mi corazón se estremece
porque aunque no lo confiese
cada día, él lo hace
y tras miles de quilates
de compromiso y labor
tan solo puro dolor
es lo que por dentro yace.
Cuando mis hijos me lloran
¿Quién enjugará su llanto?
si aquel que es autor del daño
no percibe su dolencia
y en su espíritu alimenta
tan solo por cobardía
un montón de fantasías
que en realidad no son ciertas.
Cuando mis hijos me lloran
¿Quién devuelve su alegría?
si aquel que les dio la vida
es el mismo que la opaca,
con miles de ideas falsas
solo convierte en harapos
la inocencia de sus actos
instilándoles venganza.
Cuando mis hijos me lloran
¿Por qué no lo hacen conmigo?
¿Por qué mis manos de amigo
no pueden secar su llanto?
si al final son unos cuantos
los que de mí os alejan
sin importarles su pena
por encima de sus actos.
Cuando mis hijos me lloran
mi corazón no concibe
lo sublime de ese crimen
de alejarlos sin razones,
tan solo sus corazones
muy repletos de inocencia
pueden percibir la ausencia
del padre que no conocen.
Cuando mis hijos me lloran
su llanto mi alma envenena,
pues quien de mi los aleja
sin tenerles compasión
nunca sabrá que el dolor
que mi corazón percibe
mis hijos también lo viven
quizás con mayor dolor.
Cuando mis hijos me lloran
quizás lo hacen por dentro
pues después de tal tormento
las lágrimas son escasas
y sintiendo algunas trazas
de alegría entre dolor
de sus ojos sin razón
suspiros tan solo escapan.
Cuando mis hijos me lloran
mi corazón siente ira
porque sé que es cobardía
la que su llanto provoca
y al no enfrentar sus derrotas
las personas incapaces
de su inocencia se valen
para maltratar a otras.
Cuando mis hijos le lloran
temor siente mi esperanza
pues su dolor y añoranza
quizás no perdone el día
que permití que sus vidas
se llenaran de nostalgia
teniendo en mi la confianza
de una mejor garantía.
Cuando mis hijos me lloran
¿Por qué con otros lo hacen?
si nadie más que su padre
con su llanto el alma empaña.
Además quien alumbrara
un buen día su existencia
es hoy quien con imprudencia
de mi vida los separa.
Cuando mis hijos me lloran
¿Qué pasará por su mente?
¿Será que acaso comprenden,
que no es de ellos la culpa?
¿Sabrán que su padre lucha
fuerte y sin contemplaciones
por no aceptar condiciones
que su futuro interrumpa?.
Cuando mis hijos me lloran
¿Por qué nadie les explica,
que no es solo con la vista
que las personas se quieren?.
Enséñenles que se puede
querer desde la distancia
y percibir la fragancia
del amor tras las paredes.
Cuando mis hijos me lloran
quisiera que no lo hicieran
porque con tantas decenas
de lágrimas en mis ojos
insensato es que rotos
también sus ojos me lloren
quisiera mejor que gocen
de la vida, aunque estén solos.
Cuando mis hijos me lloran
tengo fe de que algún día
su llanto sea alegría
si las personas comprenden
que como niños entienden
de los adultos sus fallas
y no por eso reclaman
que los juzguen y condenen.
Cuando mis hijos me lloran
cada vez lo hacen menos
porque comprenden serenos
y entienden maduramente,
que ya no importa la gente
si me quieren y los quiero
y en un vivir venidero
nos veremos más frecuente.
Cuando mis hijos me lloran
como lo han hecho por años
les recuerdo que es pasado
cuando alejados estaban
ahora junto a mi lavan
una a una sus dolencias
y compartimos la esencia
de estar juntos y más nada.
Cuando mis hijos me lloran
para hacerlo no hay razones
pues hoy nuestros corazones
palpitan cercanamente
se interpuso mucha gente
pero ganar no pudieron
y el amor, el desempeño;
nos reunió nuevamente.
Cuando mis hijos me lloran
ahora lo hacen conmigo
pues bajo el calor y abrigo
de su padre que los ama
cada vez hay menos ganas
y razones para el llanto
los disfruto ¿no sé cuánto?
son de mi vida la llama.
Cuando mis hijos me lloran
lo hacemos a carcajadas
recordando las pasadas
horas de llanto entre sombras
pasamos miles de horas
de crueldad sin clemencia
pero hubo fe, paciencia;
y aquí estamos hoy, y ahora.
Cuando mis hijos me lloran
quizás un día lo hagan
si alguna mala pasada
de mi, la vida se lleva;
pero mientras vida tenga
pueden tener la certeza
de que con su padre cuentan
aunque el mundo no lo quiera.