Cenizas al viento
Cenizas al viento
Y tu me dices que hay algo justo y ordenador
Y presencie golpizas a mí madre, violación,
Y tu me dices de lo justo y ordenador
A un niño indeseado casi abortado
A quien la vida le dio raquitismo y pan duro
La cena era deleite imaginario
Lonjas de cinto marcaban lo diario
Y tu me dices sobre algo justo y ordenador
Y yo respondo sobre la vida cruda y putrefacta
Sobre crecimiento entre lugares impropios
Cubiertos de forros usados y lugares abusados
Y tu me hablas con un libro de imaginación
Cuando quise imaginar me arrebataron cualquier redención
Y la adolescencia fue ser padre y madre
Porque el mismo cáncer que la mató
Después me visitó
Y tu me hablas de algo sanador
Y te puedo dar cátedra de angustia y dolor
A quien ya se canso de dar su último aliento
A quien el sentimiento se volvió rajado
A quien vio tantas veces a la dama parca
Que cuando me venga a buscar la voy a abofetear
Y tu me hablas de algo justo y ordenador
Que clase de mugre es ésa?
Tengo la certeza de la imundícia humana
La profana vitalidad del poder, del tener
Mientras cadáveres se apilan en memorias borrosas
Bochornosas desonras, y para qué?
Para satisfacer a quién?
Al justo ente ordenador?
Por favor, tengo cicatrices y no me engañan
Tengo memoria, tengo llanto acumulado
Tengo dolores y el corazón despedazado
He visto cada sueño destrozado
Enterrado como un niño africano en una mina
Y tu me hablas de conciencia divina?
La pestilenta sonrisa de cualquiera que nació con demasía
Si no existe empatía, que carajo sabe?
Y tu me hablas de iluminación?
Cuando en cada rincón la oscuridad mata
Condena y vive de cada pena, regocijada,
No me provoques la carcajada que me duele el alma
No me hables de lo supremo
Cuando estando dispuesto a morir
Mí cerebro quiso imaginar tu imaginario
Sin ser sicario digo a cualquier viento
No me digan falacias, tengo un sentimiento
Tengo sangre, tengo lágrimas, cicatrices,
Muertes, tengo hambre, tengo desprecio,
Tengo negación, tengo falsedad,
Tengo envidia cuando no tenía nada para envidiar
Tengo el cerebro pegado al corazón
Y está tan lleno de conciencia
Que cualquier divinidad es impotencia
Y tu me hablas de seres luminosos
Y veo tanta mentira solo en una vida
Que me cuesta siquiera sonreír lisonjero
No me acuses, no me vistas de melancolía
Ni siquiera te animes a hablarme de aquellos días
Yo se lo que viví, se lo que sentí
No me jodan con estupideces
No me critiques sin conocerme
No me hables de tus sandeces
No aparezcan en mí mirada para desvanecerse
Ya desvanecieron quienes tenían todo de mí
Hoy me despojo de lo que siento
No mencionen epitafios
Quiero mis cenizas al viento.