Al desnudo
Tu cara se asemeja a la de un ángel en movimiento.
Limpia, pura, radiante y fresca, cuando te roza en el campo el viento.
Tu celestial cabellera baila con gran entretenimiento.
Las dos estrellas brillantes que tienes por ojos, alumbran el firmamento.
Los sensuales y carnosos labios se aproximan pidiendo más besos en aumento.
Tus sensuales brazos anhelan un enorme y profundo abrazo en aislamiento.
Los pies descalzos y hermosos están en un profundo agotamiento.
Todo tu hermoso cuerpo emana un deseo sensual de acompañamiento.
El olor natural de tu piel provoca deseos de acercamiento.