ALEGORÍA DE LO IMPOSIBLE
Se desploma el crepúsculo
en el regazo de la noche,
un haz de luz azulada,
por los cristales se derrama
en un último derroche.
Cada tarde con su presencia,
cerraba la puerta a la tristeza,
regalándole cada gramo
de su tiempo,
e hilvanando todo un collar
de sentimiento.
Su alcoba, escenario de su historia,
donde entre monólogos,
máscaras y alegorías,
iban interpretando otras vidas.
Cautiva en su morada señorial,
tiñéndose de esperanza el atardecer,
aguarda, mientras la ciudad respira
cara al mar,
la llegada de su amigo más fiel.
Mas, la impaciencia se viste
de espera,
y sus ojos se nublan de ausencia.
Noe, le buscaba tras los ventanales,
mientras la enfermedad agazapada,
entre bambalinas la acechaba.
Él, yace inerte en el suelo,
la afilada daga del infortunio
ha atravesado su cuerpo.