Diario de un oficial
20/5/1950
Toda la semana escuché ese rumor, el asesino cuyo nombre no decían por temor a que algo sucediera había vuelto
Nadie quería tomar su caso pero jamás fui una persona supersticiosa, al contrario
Mi compañero y yo fuimos a patrullar a las 03:00 hasta que decidimos tomar un café para despertarnos, una noche aburrida había sido.
5:30 nuestra radio sonó sin cesar, habían avistado a un sospechoso en algún lugar, un callejón sin salida.
6:20 el sujeto se llama a si mismo “jack Barnes”, aunque se muestra cooperativo sus palabras lo hacen cada vez más sospechoso, citando sus palabras cuando le preguntamos sobre la víctima:
“No le parece curioso, oficial? hace dos días nadie conocía a ese hombre, a nadie le importaba y sin embargo ahora todos piden justicia, todos piden la cabeza del asesino pero nadie pidió su cabeza cuando golpeó a su hija, o cuando convirtió a su mujer en prostituta para no tener que trabajar, pero bueno, todos ustedes son asi, sólo ven la punta del iceberg, todos ustedes son como una mala película.”
Luego de sus declaraciones, el sospechoso se declaró culpable de los cargos de tortura y asesinato de Henry Deacon, de 36, la víctima había sido desmembrada y sus intestinos se encontraban en su boca en el momento que encontraron el cuerpo.
Sus últimas palabras hacia mi fueron:
“Debería haberlo visto cuando le corte sus dedos, su cara, usted piensa que esto se acabó oficial pero esta equivocado, nunca acaba, esos hijos de puta siguen ahí afuera y aunque yo muera, seguiré haciendolos pagar uno por uno, lo veré pronto, espero que usted no sea como ellos”
Jack se ahorcó 25 de junio del mismo año en su celda.
10/8/1951
Iba de camino a casa cuando me notificaron de un cuerpo encontrado en un edificio, en cuanto oí los detalles mi cuerpo se petrificó, la víctima, un NN, presentaba el mismo modo de Barnes.
Al llegar al lugar del crimen el oficial que se encontraba ahí me advirtió que me mantuviera calmado, en cuanto entré a esa habitación y vi al cadáver el sudor comenzó a caer por mi frente.
Justo en el abdomen de ese hombre se encontraba un papel escrito:
“Espero que tenga ganas de ver otra mala película oficial, con amor, jack”