El mar.
El mar me recordó a ti
A ratos tranquilo y a ratos salvaje,
Ansiosos y deseoso por consumirme entera,
Por reclamarme suya,
Por ser mi dueño,
Por ser aquel a quien yo extrañe, a quien yo añoré
Por quien yo ría y por quien yo llore,
Ser el único en mi mundo
Ser un tatuaje bajo mi piel.
El mar me recordó a ti
Mientras sapilcaba gotas sobre mi, simulando tus besos
Mientras se deslizaba por mi cuerpo, simulando tus caricias
Mientras se enredaba entre mis piernas, simulando tus embestidas
Queriendo hacerme el amor,
Queriendo tenerme a su merced
Cada vez que se movía me robaba un respiro y un suspiro
Me rompía un poquito mas,
Me mataba un poquito mas,
Abría mis heridas para luego limpiarlas
Dejando un ardor incontrolable
Haciéndome saber que nadie podría lastimarme como él
Pero que tampoco habría alguien que me amara como él
Pero se alejó
Con calma y en silencio
Sin decirme porqué, sin decirme a donde fue
Entonces yo también me aleje
Y cuando lo hice, enfureció
Se levanto embravecido
Chocó contra la orilla queriendo poseerme de nuevo
Queriendo decirle a todos que era suya
Choco contra mis pies, dándome un último beso
Y pidiéndome que me quedara
Pero yo ya me había ido
Él también me había perdido.
Luego volví
Unos días, tal vez semanas después
Y él seguía ahí
Ignorante a mi regreso
Pero cuando lo notó, no le importó
Porque ya reclamaba como suya a otra hermosa flor.