Sobre rieles de acero, el tren espera la salida.
Ya hace sombra la tarde, ya se despide sin tiempo.
Una mujer sube. Se acomoda. Se mimetiza.
Largos pasillos con horas que no vuelan.
Los dos quietos, esperando la partida.
Pero la huida no es remedio para quienes están hechos de silencio y lejanía.
una búsqueda constante de lo que queremos tener,un sentimiento que marca la vida haciéndonos estremecer,un sin fin de deseos...
La literatura nace de los sueños, él lo sabe mejor que nadie, pero hace ya demasiado que el insomnio le ha...
Tras la muerte de su hermana, Ismene se dio cuenta de que ya no le quedaba nadie, pues no quería vivir...
Bajo el fúnebre fastidio del día sin retorno firmemente fatigado por la causa y la costumbre va forjándose flagrante la raíz de...
Quizá esta afirmación no sea del todo cierta pero es la verdad. Desde muy pequeña no he tenido amigos,...
Por primera vez en mucho tiempo lo vio solo, mirando la luna, le gustaba observarla. -Se que estás ahí-dijo...
Noche tras noche torturándome, no sé qué hacer con mi vida, fijo la vista al techo mientras que tú...
