¿Encontraste a Talia?
_La dulce Talía, una pequeña de ojo cafe y cabello castaño lleno de rizos, pero para muchos la niña que desapareció en el lago una tarde de verano. Su madre la llevó de paseo a ella y a sus hermanos, los gemelos Robin. Durante un segundo, solo un segundo que su madre bajó la mirada, la niña desapareció. Los operativos de búsqueda comenzaron inmediatamente, pero no logro dar con la pequeña de tan solo 10 años, ni siquiera pudieron encontrar un cuerpo. Este hecho ocurrió hace casi 14 años. _ Me explico Elías para luego preguntarme _ y para este aniversario quiero que hagas un artículo de este caso. En esta carpeta está toda la información. Me entregó una vieja carpeta que desbordaba de papeles y esa misma mañana me puse manos a la obra, este era un caso viejo y con un solo posible sospechoso que ya había fallecido. Primero fui a la casa de la familia Robín, donde encontré a unos de los hermanos gemelos de la pequeña Talía. Bernardo Robín, me invitó gentilmente a pasar y le expliqué cuál era el propósito de mi visita, él sin problema me mostró un álbum de fotos, su madre había conformado ese álbum con las últimas fotos que tenia de Talía, pero después de una incesante búsqueda sin respuesta; la mujer se resignó y archivo todo lo que le pertenecía a la pequeña para comenzar con un proceso de duelo. Ese álbum era lo único que les permitió a los jóvenes conservar de su hermana. _ Era un caluroso día de verano y mamá nos llevó a los tres al lago. Se desataron mis cordones y ella dijo que si corría así me caería, yo me senté en el suelo y mamá me ayudo con los nudos, Benjamín se quedó esperándome. Lo siguiente fue que cuando mamá levantó la vista Talía ya no estaba alimentando a los patos junto al lago. Mama se culpó pensando que había sido su culpa. Contó Bernardo. Cuando pregunté por el único sospechoso de la policía, Nelson Espino, èl respondió _Si lo recuerdo, era un niño pero recuerdo que mis padres le exigían a los detectives que lo arrestaran. También estuvo en el parque ese día, pero los oficiales dijeron que la evidencia no era suficiente para condenarlo. _ ¿No encontraron cabellos de Talía en su casa? Bernardo me respondió bajando la mirada ante la pregunta y diciendo. Encontraron cabellos marrones en su casa, pero eran de otra niña, una que desapareció 3 años antes. Ese caso ya estaba cerrado y habían encarcelado a un tío de la víctima, los oficiales no querían quedar como tontos, por eso ignoraron esa evidencias. Yo sabía que del caso solo había un supuesto testigo y pregunte a Bernardo. _ ¿Qué sabes de la Sra. Eleonora? la mujer que miraba a los niños mientras alimentaban los patos. _ Mi mama creía que ella había visto a Espino llevarse a mi hermana, pero ella dijo que no, que había sido un joven con cabello rubio y gorra de un equipo de fútbol quien había estado hablando con Talía antes de que desapareciera. Pero dijo que miraba hacia otro lado cuando mi hermana desapareció. _ ¿Tu mana confronto a la Sra. Eleonora? Pregunte. _ Sí. En esos años ella era la novia de Espino y mi mamá queria respuesta. Una tarde fue hasta el lago y la confronto frente a todos. Recuerdo que entre lágrimas le rogó que dijera la verdad. Esto ocurrió 4 años después de que mi hermana desapareciera, y pocos meses después de la confrontación, Espino fue encontrado muerto en su auto. Note que a Bernardo se le pusieron los ojos cristalinos al recordar la muerte de Espino. _ ¿Crees que tus padres mataron a Espino? Pero él negando con la cabeza me respondió. _No, todos estábamos en casa esa noche, además lo declararon suicidio. Pero ese infeliz se llevó la verdad de mi hermana a su tumba. Poco después de cumplirse el 5to aniversario la policía archivó el caso como sin resolver. Cada tanto sacan el archivo y nos llaman pero la investigación no dura más de un par de meses, eso también ayudó a la resignación de mi mamá. _ ¿Crees que la Sra. Eleonora sabe algo sobre lo que le ocurrió a Talía? Pregunte a Bernado. _Si lo creo, pero esa mujer se niega a decir algo. Luego de un rato me despedí de Bernardo agradeciéndole por haber hablado conmigo, y con la promesa de ayudar a encontrar la verdad. Mi segundo paso era hablar con la única testigo que había. A pesar de que el lago era muy concurrido en verano, parecía que la unica que habia visto a Talía era la Sra. Eleonora. Me costó trabajo ubicar a la Sra Eleonora, al parecer ella se había mudado de la ciudad al poco tiempo de la desaparición de Talia, y el momento en que la madre afligida la confronto fue un encuentro de pura casualidad, segun me explico uno de los oficiales veteranos con los que hable. Me tomo una semana encontrar a la Sra. Eleonora y tocar a su puerta. Una mujer mayor pero muy descuidada fue quien me atendió la puerta, primero creí que era una amiga o pariente de la Sra. Eleonora, ya que no se parecía en nada a su foto, pero luego me sorprendí cuando dijo. _ Si. yo soy Eleonora. Cuidaba a los niños en el lago mientras jugaban en la orilla o alimentaban a los patos en esos años. _ Soy reportera del diario La verdad, y estoy escribiendo un artículo para el aniversario N° 14 de la desaparición de Talia Robin. Durante una charla de una hora, la Sra Eleonora solo me dijo. _ No se nada sobre esa niña. Pero lo que más me puso en alerta fue el cambio de su historia original cuando pregunté sobre el joven que decía haber visto junto a Talia. _ ¿Recuerda el joven que le describió a la policía? El que dijo ver junto a Talia antes de desaparecer. _ Si el joven de cabello negro y gorra _ respondió y de inmediato levanté mi mirada al escucharlo. Ella había dicho que era un joven de cabello rubio en la declaración original y ahora era de cabello negro. _ Ah, pero nose, nose mas de eso. Fue muy notorio que se comenzó a poner nerviosa al darse cuenta de mi reacción ante la respuesta, y en ese momento pensé que sería bueno presionarla para que revelara algo más. Era claro que esa mujer sabía lo ocurrido.. _ ¿Recuerda la confrontación de la madre de Talia? _ Si, esa mujer desesperada, corrió a confrontarse cuando me vio pasar. Pero no, yo no sé nada. _ Pero usted iba al lago a cuidar a los niños que jugaban ese día. Sra Eleonora. No recuerda nada fuera de lugar más que el joven que le describió a la policía, el que solo usted vio. _ Ya le dije que no. Reportera. En ese momento comenzó a levantar la voz y ponerse a la defensiva. No tardo mucho mas en pedirme que me fuera, pero como yo seguí preguntando ella me sacó a los tropezones de la casa y gritando que no sabía nada. Ante todo ese escándalo, del segundo piso bajo una joven preguntando qué ocurría. _ No se nada. No se nada. No se nada. No se nada. No se nada de la cabaña. No se nada. La joven trató de calmar a la Sra. Eleonora, pero yo corrí a anotar lo ultimo que había dicho sin oponer más resistencia contra la mujer. Al parecer su mente había dejado escapar esas palabras y ella ni siquiera era consciente de que lo había dicho. A Talia se la habían llevado del lago del parque central, y no habían cabañas cerca. Al levantar la vista para pedir disculpas, note el gran parecido que esa joven tenía con una foto que vi en la casa de Bernardo, una de su madre en sus años de juventud. _ ¡Disculpe! Soy reportera, estoy escribiendo una historia para el aniversario de una pequeña desaparecida hace años, solo quería hablar con una de las testigos fundamentales del caso. Srta. Le explique a la joven que parecía muy enojada conmigo. Me fui de inmediato de la casa, pero sin dejar de pensar en esa coincidencia.
Durante toda la semana vigile la casa de la Sra. Eleonora, observando a esa joven que decía ser su hija según me explicaron los vecinos. Hable con uno de los oficiales y le conté lo ocurrido, el oficial me explico que habían tenido casos de secuestros en los que el móvil era secuestrar a los niños para luego criarlos simulando que son sus hijos. _ Nuestro especialista en psicología investiga este tipo de caso, pero asegura que todo el hecho se da por una cuestión de regresión. Mayormente los hechos son cometidos por padres que pierden a sus hijos, las personas no puede afrontar la realidad y reemplaza el hijo que perdió con otro niño, trata de simular en su vida que nada paso para satisfacer su deseo ante la pérdida. _ Crees que puedas buscar si la Sra. Eleonora a perdido hijos. Mientras yo investigare con los vecinos y conocidos sobre la joven. Así fue como luego de hablar con el oficial, comencé a entrevistar con más detalle a los vecinos. Todos coincidieron en que las habían conocido a ambas cuando llegaron a la ciudad, la Sra. Eleonora se les presentó como una madre soltera con su pequeña de 8 años en ese momento. Al llegar el siguiente fin de semana, mientras seguía vigilando la casa, las sirenas de policía inundaron la zona, al parecer el oficial había estado investigando y lanzó una alerta al descubrir que la Sra. Eleonora tenía una acusación anterior por secuestro infantil. Mientras el operativo para arrestarla se llevaba a cabo el oficial me explico. _ Secuestró a su propia hija, Samantha, hace 16 años, pero la pequeña de 3 años falleció en circunstancias de negligencia, la investigación de aquella causa terminó por darle una sentencia leve, y pudo evadir con servicio comunitario en el largo ese dia. Cuando los oficiales sacaron a la joven de la casa, le explicaron la situación y que le harían un examen de ADN para corroborar. _ Creo que debo darte las grasa, reportera. Tu dato me hizo buscar la informacion que llevo a este arresto. Pero aún la investigación no está cerrada. Todavía queda averiguar si esa joven puede ser o no Talía, la pequeña desaparecida. Me contó el oficial. Ese seria una gran final para mi historia, encontrar a la pequeña desaparecida con vida y que pueda reencontrarse con su familia. ¡Un final como de cuento!
Continuará….