Huella de gato
Aquél sitio no se parecía a ningún otro que hubiera visto; todo tan verde y lleno de vida.
A lo lejos reconocío las voces de sus padres llamándolo, llevaban un gran tiempo esperando el arribo de su pequeño Arturo ya convertido en todo un hombre y ciertamente él también anhelaba volver a verlos, corrió lo más rápido hacia el lugar de donde provenían sus voces y una vez cerca de ellos, los abrazó para no separarse jamás.
En una sala aparte, una paramédico consuela a su compañero; han hecho todo lo posible, pero el corazón del paciente no ha resistido el traslado hasta el hospital.
En casa, Doris una leal gata siamés; anhela las caricias de su amo, sigue esperándolo cerca de la puerta del hogar.
Me ha gustado mucho. Me ha puesto sensiblona, tanto por el pobre gatito como por el reencuentro de las almas.