La chica de los ojos tristes

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La chica de los ojos tristes

La conocí en un sueño y no es una forma de hablar, es una realidad…cada noche me acostaba con miedo a no encontrarme con ella…
Tenía 14 años la primera vez que me encontré con su silueta…apareció de la nada después de tener una de esas pesadillas en las que te despiertas sudando,jadeando y con miedo a volverte a dormir…
Pero aquella noche entre sudores y desesperación conseguí que morfeo me acogiese de nuevo entre sus brazos.Tras una luz cegadora pude ver unos ojos tristes que me miraban de una manera que me atrevería a decir que traspasaban mi piel y con sus tiernas manos acariciaban mi corazón dejando escapar un alma dormida.
Su melena rubia rozaba mis mejillas mientras susurraba a mi oído:
-Espérame…búscame cada noche entre tus sueños…al otro lado de la conciencia te esperaré- dijo susurrando.
Mi vida entre los mortales era mundana…cotidiana y sin demasiada emoción…
Había cumplido 19 años, los estudios no me habían ido bien y trabajaba en empresas de poco prestigio para ganar lo suficiente como para costearme el carnet de conducir y desaparecer…quizá en el otro lado del mundo podría encontrarla,pensaba.
Cada noche me acostaba después de una larga ducha caliente que calamase mis músculos y relajase mi mente…debía estar tranquila para volver a encontrarme con mi amor adolescente.
Era mi secreto…jamás le conté a nadie aquellos sueños que tenía…Durante años me sumía en mi mundo al llegar la noche y mantenía una relación inexistente en la vida real pero que para mi se había convertido en la mujer de mi vida…el amor mas profundo y hermoso que podía tener aunque al amanecer desapareciese.
-Espérame- repetía siempre-…aún no estoy lista para aparecer en tu realidad…recuerda que cada paso que das te acerca un poco más a mi…siempre te acompaño…un día más quiere decir un día menos para que nos conozcamos…
Yo recordaba sus palabras cada mañana…miraba en otras caras al pasear por las calles o en los centros comerciales que visitaba pero no encontraba aquella mirada.
En mis sueños aquellos ojos guiaban mis pasos…consolaban cualquier pena que me hiciera sufrir en mi día a día.
En nuestro maravilloso mundo nos tumbábamos en una manta suave frente una chimenea de ladrillos al calor de las llamas…nuestros cuerpos permanecían desnudos y jugaban sus labios con los míos al compás de sus latidos,su piel acariciaba la mía con la misma suavidad de una pluma, yo rodeaba con mis brazos su cuerpo en cueros y sentía que nos fundíamos en una sola persona…en un alma libre y llena de amor…
Hacíamos viajes a playas tropicales y nos bronceábamos al sol,subiamos a las montañas rusas más grandes jamás imaginadas…
Con los años aquellos ojos tristes…empezaron a brillar…eran menos tristes y tenían más vida, yo me sentía culpable de una manera feliz,era culpable de esa alegría y eso me hacía sentir bien…
Me encontré con caras dulces de cuerpos fríos,labios que besaban mi boca dándome bocanadas de aliento por algunos instantes pero en el fondo de mi corazón mi mente siempre andaba buscando su infinita serenidad,la seguridad que me daba el sentarme a su lado en cualquier parte del universo,con las estrellas como un espejo de nuestras almas unidas en un mundo paralelo perfecto.
Durante algún tiempo desapareció de mis noches…la oscuridad me arrebataba la esperanza de volver a verla,pensé que quizá algún tipo de trastorno me había hecho imaginar todo aquello,una obsesión derivada de un deseo incontrolable por sentirme amada y tener a quien amar,un producto de mi imaginación…me cuestionaba a mi misma con dureza..
-¿Cómo vas a esperar a alguien que tan sólo aparece cuando estás dormida?¡ No existe, sigue con tu vida!-confirmé mi decisión.
Al cumplir los 31 años, mi subconsciente había guardado aquel recuerdo como algo secreto e innecesario que recordar..
Tenia un trabajo que me daba para vivir y pagar mis caprichos ,había viajado lo suficiente para saber que el mundo era complicado y yo una persona intolerante a la estupidez humana.Vivía en una casa más grande de lo que necesitaba pero me gustaba tener espacio para mis cds antiguos y mi particular gimnasio…
Si alguna vez me sentía sola encontraba unos brazos en los que esconderme por una noche y a la mañana siguiente abría los ojos deseando que aquel cuerpo hubiera desaparecido de la misma forma que había llegado hasta allí…
Era joven o al menos así me sentía,cada fin de semana tenía un plan;amigos con los que echar unas risas y algún local oscuro en el que bailar unas horas hasta acabar en el típico restaurante de comida basura donde terminar engullendo cualquier cosa que me quitase la ansiedad que me daban los canutos que fumaba…
Una mañana lluviosa de lunes camino al trabajo mi coche derrapo ante un charco enorme de agua y barro en la calle principal de la ciudad, justo en el paso de peatones del semáforo que cada mañana se ponía en rojo cuando iba a pasar.Eran las 7 de la mañana, por norma general en aquel paso nunca había ningún peatón esperando mi parada pero esta vez mi frenada en seco hizo que una sombra allí plantada esperando ,se empapase por mi culpa…
Tras un paraguas a rayas que hizo de escudo a medias, se escondía una joven de apenas 20 años,con el cabello del color del sol y la piel blanca como la luna.
Bajé del coche rápidamente. Aún no había amanecido asique dejé el coche encendido y con las luces puestas,me sentía avergonzada por la situación,intenté mantenerme serena para disculparme.Siempre había tenido cierto encanto para conversar con personas desconocidas así que pensé que sería fácil salir de aquella ridícula situación…
Lo cierto es que cualquier otra persona ni siquiera se hubiera bajado del vehículo.

¿Qué culpa tenía yo de que lloviese de esa manera infernal o de que aquel charco estuviera precisamente en ese semáforo donde lo normal era encontrar algún transeúnte o a lo sumo cualquier adolescente empalmando la borrachera del fin de semana?

Pero mi naturaleza era de carácter en lo general amable,a pesar de mi apariencia de tía dura y mal arranque, ¡todo fachada!
-¡Perdona! Buenos días,¿estás bien?-pregunté nerviosa a un paraguas que se negaba apartarse-No fue mi intención,no vi el charco.No pretendía mojarte-mi disculpa cada vez era mas absurda,era obvio que no era algo intencionado. 
Aquella chica mantuvo silencio mientras yo balbuceaba cualquier tipo de excusa que se me ocurría,por un momento al ver que su silencio se alargaba me sentí ciertamente muy incómoda y pensé en varias ocasiones en cuestión de segundos en marcharme…
Me di la vuelta y entonces con una voz cálida y tímida detrás de aquel rayado paraguas escuche su voz por primera vez:
-Tranquila,estoy bien.Sólo se mojó el abrigo y las botas.No es una tragedia-sonrió,mientras sus mejillas se sonrojaban al salir de su hasta entonces escondite…
Volví mi vista hacia ella y por fin pude ver su cara al descubierto y un calor inmenso se mezcló con un frío que atravesaba y helaba la sangre que recorría por mis venas…
-Eres….¡eres tú!-exclamé alzando la voz tanto que se escuchó en toda aquella calle vacía.
Mi alma se salía de mi cuerpo,mis palabras eran casi graznidos,¡me invadía la emoción!
En un segundo habían vuelto a mi mente todas las noches a su lado,sus ojos tristes que con el tiempo fueron tornando a brillantes de felicidad.Los viajes y su piel cálida sobre mi cuerpo en las veladas de manta a la luz de las llamas.
Ella estaba visiblemente consternada,parecía no entender nada de lo que por mi boca salía…
¿Cómo explicarle que llevaba toda una vida soñando con ella?¿Cómo mostrarle mis sueños para que se viera en ellos y así lograse entenderme?
-Me dijiste que te esperase…-expliqué- Que aún no estabas lista,recuerdas?
Aquella rubia tan deseable para mi,escuchaba mis palabras perpleja ,quizá yo en su lugar me hubiera marchado corriendo pero ella no lo hizo.
Le pregunté donde iba.Llevaba poco en la ciudad y trabajaba de noche cuidando a un hombre mayor que no se valía por si mismo. Esperaba el bus que la llevase a la otra punta de la ciudad asique me ofrecí para llevarla por las molestias.
-Te invito a un café,tienes pinta de necesitar algo así para entrar en calor,es lo mínimo que puedo hacer por ti- mi ofrecimiento era sincero aunque con doble intención. 
-Bueno,no tengo nada mejor que hacer,aunque no es necesario, puedo esperar el bus-su voz sonaba distante pero yo era perseverante y aceptó. 
De camino llamé a mi jefe con la excusa de una avería por la llegaría más tarde.
La miraba…Era incapaz de concentrarme en la carretera,sabia que era ella y debía contárselo,no iba a ser fácil. 
Llegamos a un café cercano,la desprendí de su abrigo aún mojado para que pudiera sentarse.
-Con leche por favor- Me dijo en voz baja mientras yo sonreía.
Durante una hora más o menos le conté todo lo que me unía a ella sin que hasta ese momento nos hubiéramos encontrado.Estoy segura que cualquier otra persona me hubiera tomado por loca o hubiese buscado la cámara oculta, sin embargo escuchaba mis palabras con atención e incluso se atrevió hacerme alguna pregunta.
No sé cómo ocurrió… Pero al poco estábamos en la puerta de su casa a la que sin dudar me invitó a pasar. Era un piso pequeño que compartía con un par de chicas de su edad, me pareció tierno,ella tan joven y yo con mis 10 años de más con todo lo vivido…
Me guió con una mirada hasta su habitación. Me senté en aquella cama de 80 y por alguna razón que aún no comprendo caí rendida,me desplomé literalmente sobre su cama como si hace tiempo ya fuera mía…
-Échate a mi lado, por favor-habíamos hablado toda la mañana y noté que estaba cómoda a mi lado-puedo pedirte un favor?
-claro, ¿qué necesitas?-me preguntó con toda naturalidad.
-pon tu mano en mi costado.
Al sentir su mano cálida un escalofrió recorrió mi cuerpo, si aún había alguna duda,en ese instante se había despejado,era ella,en cuerpo y alma.
-No sé si soy la chica de tus sueños…pero desde luego parece que quieres convertirte en la de los míos-Dijo justo antes de besarme con pasión.
Nuestras miradas estaban unidas,aquella habitación era mas pequeña por momentos lo que hacía que nuestros cuerpos se unieran cada vez más…
Lo admito,me abalance sobre ella llevada por la pasión.Le hice el amor como jamás lo había hecho. Cumplí cada una de mis fantasías,sus manos se entrelazaban con las mías,acaricié cada ápice de su rostro y deje que mis manos se deslizaran por aquel cuerpo pálido,el sudor cada vez estaba más presente y hacia que mis manos se resbalasen, entre donde nadie puede entrar sin permiso y desde luego no era algo que ella no esperase…mordí su cuello con ganas de arrancarle la piel y llevármela después a casa conmigo,notaba el placer entre sus braguitas y al mirar sus ojos en blanco creí que parar no era una opción…
Caímos exhaustas después de aquel sexo sin premeditación,se abrazó a mi pecho y sentí que en ese momento el cielo y la tierra se unían en un mismo universo.El amor debe ser algo así cuando no hay palabras que lo describan…
Cerré los ojos por un momento para disfrutar de aquella experiencia,de su calor,de su pelo haciéndome cosquillas en el pecho…
-Estaré siempre aquí,espérame..-susurro antes de quedarse dormida.
¡Ring ring ring ring!era el sonido de un despertador.
¡Odiaba ese puto sonido!¿por qué me estaba fastidiando ese hermoso momento?
Abrí los ojos  y todos mis temores se hicieron realidad,estaba en mi cama,en mi cuarto ,en plena oscuridad, esta vez desnuda y sin aliento…
Ella se había alimentado de mi una noche más,volvió con más fuerza, con más ganas,más real..pero no se quedó.




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