La concepción
La concepción (I)
Se escuchan sedosos gemidos de placer desvaneciéndose sobre el dibujo de las sábanas revueltas. Las sudorosas manos se enredan con desesperación, las miradas se buscan con urgencia y el destino queda a merced del instinto. Los amantes se funden en un torbellino de emociones desatadas y el simultáneo clímax se convierte en una pequeña muerte de la cual brotará una nueva vida. Piel sobre piel y sobre piel. Los cuerpos desnudos, todavía candentes, dormitan e…xhaustos mientras su anhelado deseo se hace realidad dentro del vientre de la mujer.
La separación (II)
Nueve meses más tarde, se siente un grito de neumáticos fallidos desgarrando la muda noche y un esbozo de alarido muere sobre el salpicadero del automóvil. Las prisas y las sirenas ya están en camino cuando un vagabundo se acerca al coche y observa como la muerte le saluda desde el rostro petrificado de los padres. Asombrado, descubre que la vida emerge de la inmensa barriga de la moribunda y como un postrer arrebato animal de la madre propicia el milagro. Hombres uniformados aparecen en escena y recogen el fruto de brazos del conmocionado mendigo, en tanto las ánimas de sus procreadores abandonan sus cáscaras sin vida.
El reencuentro (III)
Se oye un rítmico puf puf de fantasmas paridos y, sobre la cuna, el bebé olvida su inquietud para dibujar su primera sonrisa. Los diminutos dedos se elevan con ansia, los espectros acuden a su llamada y la estancia entera se impregna de ternura. El postergado encuentro se produce entre risas y emociones desbocadas. Los espíritus entonan la nana, como tantas veces habían soñado, y el nene se deja envolver por su dulce gorjeo. Mientras el hospital duerme, los padres continúan arrullando a su bebé y se conjuran para nunca más abandonarle.