La imaginación
Tengo que escribir sobre la imaginación y no se me ocurre como empezar.
Cierro los ojos y miro atrás, recordando aquellos días en que dos piedras eran los postes de la portería y un simple palo la espada más poderosa jamás forjada.
No puedo evitar pensar en el momento en que dejándola volar se fue tan lejos que no supo volver, pero no soy capaz de recordar cuando fue.
Ahora, cuando ya la doy por perdida para siempre, me digo que, en vez de migas para que regresara, tal vez debí atarla a un brillante y largo cordón dorado para que volara como una cometa, tan libre, tan prisionera.
Y en esta mirada al pasado me queda el consuelo de que sé que está en un buen lugar para seguir jugando, riendo alegre en su mundo de fantasía.