La tumba
Bajo el fúnebre fastidio del día sin retorno
firmemente fatigado por la causa y la costumbre
va forjándose flagrante la raíz de lo ocurrido
sin tocarnos ni mirarnos por detrás de lo finado
Finamente custodiado por la fuente de los sueños
va fincando la mirada la planicie del recuerdo
feneciendo a la llegada de un rayo que acostumbra
frágilmente destellar a las puertas taciturnas
Fracturada la llegada de esa vida circunscrita
solo quedan contempladas las fisuras de unos rostros
que al forzarlos a decirnos cuál ha sido su infortunio
van fingiendo su existencia zigzagueando entre lo nulo
¿Dónde van los forajidos que a la frente van frotando?
¿Qué propósito fugaz mediaran en la penumbra?
Si supiera que me encuentro en el borde de una fosa
¿Costaría figurarme que soy yo el de la tumba?