LA VISITA NO DESEADA
Era un jueves por la tarde oscuro y lluvioso, para colmo llegaba mi hora. Daba vueltas y más vueltas a ese edificio gris de tres plantas con un gran número de pequeñas ventanas de profunda oscuridad. Esa triste construcción, lo rodeaban los típicos árboles que en primavera expulsan un fruto parecido al algodón que sirve para ahuyentar la raza humana tarada por las alergias. Su entrada principal consta de dos modernas y grandes puertas blancas con apertura hacia dentro o fuera. Al empujarlas, te reciben o despiden con un misterioso susurro premonitorio. Los cristales que acompañan a las puertas, te dejan ver los largos rostros de la gente malhumorada, desganada e irritada como yo. El panorama que veían mis ojos era terrible, no quería entrar pero tenía que hacerlo. Los minutos corrían en mi contra, pero tenía que ser valiente. Así que me decidí a entrar y a ver que sucedía. Empujé la puerta y entré decidida, primer obstáculo superado. Todavía me quedaba otra puerta más hasta llegar a la gente que estaba en mi misma o peor situación. Abrí la segunda puerta y por educación saludé. La sala estaba completa. Gente por todos sitios, busqué un hueco y me acomodé como pude en esa silla gris como la fachada, dura y fría. Esta situación era igual que un videojuego en el que tienes que ir pasando niveles, de los cuales ya había superado dos puertas y encontrado un sitio para mi larga espera, porque visto lo visto, tenía para rato.
Estaba deseando que no llegase mi turno, la espera era horrible. La sala se iba vaciando poco a poco y ya solo quedábamos una señora mayor de riguroso luto la cual no paraba de hablar conmigo y dos chicas más que no prestaban atención a la charlatana. Yo no pude abrir la boca durante todo su monólogo biográfico. Suerte que cuando se abrió esa puerta gris, la chica de la bata con muchos botones llamó para mi alivio a esa señora tan amable que no callaba y no respetaba el silencio de la sala. Qué descanso.
Hora y media después me tocaba a mí. Casi entro en pánico, pero conté hasta tres para mis adentros, me puse de pie y me dirigí a la puerta donde la misma chica me estaba esperando. Una vez dentro se cerró la puerta. Dentro de la sala había un señor con una bata horrible y con guantes azules. Después de hablar un poco del motivo por el que acudía, me guiaron a una especie de butaca-camilla y me dijeron que me pusiera cómoda. Mi momento había llegado, solo esperaba que ese momento tan incomodo pasara en segundos.
La chica seguramente era la ayudante de aquel señor entrado en años. Ella le dio unos utensilios metálicos en los que no presté mucha atención. El señor de la barba me dijo muy amablemente que abriese un poco más, que así no podía trabajar. Para mi sorpresa ese aparato lo introdujo suavemente sin hacerme ningún daño. Solo noté un pinchazo agudo que casi se me saltan las lágrimas, pero yo era fuerte y aguanté. Al cabo de un rato hubo un ruido constante y ensordecedor, preferí cerrar los ojos y no mirar más. No noté nada durante el rato que estuve en la consulta y cuando quise darme cuenta ya habían acabado. Tenía toda la boca dormida, babeando y se me habían dormido hasta las pestañas. La ayudante del señor barbudo, me incorporó y me dio un vaso de agua para enjuagarme. Pasé a otra sala y allí remuneré en efectivo la solución de lo que me atormentaba desde hacía días, un gran dolor de muelas que no me dejaba ni comer ni dormir.
Salí a la calle como nueva, e incluso había salido el sol. Había ganado la partida al dolor y al temor gracias al dentista.
Bonito
Me alegro mucho, muchas gracias por tu opinión.
Núria M
Es una verguenza que este relato, plagado de faltas de ortografía, sea el que más votos tiene.
Yo no veo faltas de ortografía.A comentarios despectivos como el tuyo no hay que hacerle caso. A esto se le llama envidia cochina!
Es un relato entretenido, pero común por el hecho de estar relacionado con el dentista (he leído parecidos en los que parece que se guía por un camino para confundir y captar atención, y luego es el dentista). Para la repercusión de los comentarios, esperaba otra cosa, esperaba más jugo.
Y sí que he comprobado la existencia de un par de faltas de ortografía. Revísalo.
Suerte.
Muchas gracias por tu opinión, quizás sí que es cierto que se escriba mucho sobre el tema. Soy una persona muy tímida a la que le ha costado mucho presentar una obra quizás por temor al que dirán o simplemente por vergüenza a hacer el ridículo. Me figuro que las faltas ortográficas, no está plagado como se dice, son “de pie” que va sin acento y se me coló un “tenía” sin, y eso que lo revisé muchísimas veces antes de presentar la obra. Estuve a punto de no presentarla a concurso, pero me animé a probar. Ha habido comentarios que me han hecho sentir muy mal, hubiese preferido que no opinasen, no pueden jugar con los sentimientos de las personas y aun más sin conocerlas.
Muchas gracias, de veras, por tu comentario. Me has animado el día :))
Mucha suerte también, de todo corazón.
Siempre se puede hacer un comentario y/o crítica constructiva, y esa ha sido mi intención, pues existen maneras de comunicar las cosas.
Sea cual sea el caso, nunca sientas vergüenza o temor por transmitir o luchar por lo tuyo.
Y como bien dices, contadas faltas ortográficas sin importancia (también el “qué” descanso).
Muchas gracias Cristina. He seguido tus consejos y he rectificado las faltas, aunque a mi pesar he vuelto a dejar el tenía sin acento (lo he buscado y no lo encontraba), para colmo después de rectificar, no me quedaba la obra en publicadas; sino en borrador. Ya me han solucionado el problema y vuelve a constar de nuevo en obras. He preferido no rectificar la falta que me queda no fuese a ser que la liase de nuevo. De todas maneras la tengo en cuenta.
Lo dicho, gracias por tu opinión sincera y por tus buenos consejos.
Gracias y suerte.
Es un buen trabajo y considero que merece ganar
Enhorabuena por el trabajo, yo tambien considero que es una obra bien escrita, manteniéndose la intriga hasta el final de ésta. Ánimos a todos los que participais en el concurso y que comentarios absurdos como lo es el del david (premio nobel de literatura que debe haber dado su opinion en más de una obra) no os afecten. Un saludo.
sois una panda de ignorantes
Estimado David, esta plataforma se ha creado para animar a la gente a escribir y participar… entre otras cosas. Queremos que en todo momento haya buen clima y críticas constructivas.
Aprecio y valoro tu valentía.
Muy bien desarrollado el tema.
Abrazotes, amigaza.
B.B.
Muchas gracias por tu comentario. Agradezco mucho tu opinión.
Gracias y suerte :))
Núria Mundet.
Una buena narración corta exige mucho oficio al escritor profesional, ser muy crítico con alguien novel es ser ignorante, cruel y desconsiderado; escribir bien es algo muy relativo, no hay reglas fijas ni manuales para el éxito editorial.
En mi humilde opinión ha sabido mantener con buena técnica la incógnita hasta el final de qué era lo que iba a suceder y porqué, un relato imprevisible es una de las claves de un relato corto. El tema puede parecer poco trascendente (ir al dentista) pero entiendo que hasta el último momento parecía más bien la visita a un oncólogo, un ginecólogo o alguna prueba clínica de una enfermedad grave.
En cuanto a la ortografía, lo primero es filtrarlo por Word o similar ¡pero cuidado! no es infalible.
Si sigues puliendo las técnicas, pronto conseguirás aunar interés, desconcierto y un final impactante.
Ánimo, que lo has hecho muy bien al ser uno de tus primeros escritos.
Un abrazo
Agradezco tu opinión mucho. Si que es cierto que me falta experiencia y mi intención era confundir al lector del lugar temible al que estaba acudiendo planteándolo de una manera confusa hasta el final del relato.
Muchas gracias por tu comentario.
Nuria Mundet.