LAS HOJAS DEL CALENDARIO
Las zarpas de la inquietud,
dejaron un resquicio
en el alma, por dónde
se coló la pena.
Mas, cada ráfaga de adversidad,
era una puntada en el traje
de la entereza,
hilvanaba ilusiones,
uniendo sueños,
descosiendo temores.
En ese mundo gris,
ella, iba girando cada página
del pasado,
escribiendo su capítulo
en las hojas del calendario.
Y en un desafío interno decidió
aquello que quiso ser,
sin dejar nunca de luchar,
pues, no había tiempo que perder.