LUNA

sa_1584908628astronomy3209688_1280

LUNA

En el Universo infinito, entre planetas y satélites, giraba en una pequeña órbita, la traviesa Luna. Le gustaba tocar asteroides, perseguir cometas y recoger fragmentos de meteoritos rotos.
Un día, sus amigos empezaron a sentirse mal y a quedarse en sus casas.
Ella había orbitado alrededor de tantas superficies que tuvo la mala suerte de enfermar cuando chocó con una. Cuando se acercó al Sol, éste le preguntó:
– ¿Qué te pasa, pequeña?
– Me siento mal…

La estrella calculó su temperatura y vio que tenía fiebre. El aire que sacaba Luna por la boca era seco.
– Esto no pinta bien.
– ¿Qué es? ¿Qué me pasa?
– Veamos… creo que hay un bicho dentro de ti.
– ¿Un bicho?
– Veremos como va la cosa. De momento hay que esperar.

-El bicho se llama Covid-19, y está dentro de ti.
– ¿Y qué hago?
– Lo más probable es que pases por cuatro fases: Nueva, Menguante, Creciente y Llena.
– ¿Por qué a mí?
– No eres la única. Lo que debes hacer es quedarte en casa.

La cara de Luna empezó a cambiar, se llenó de oscuridad y nerviosismo. Estaba muy preocupada por su salud. Le costaba respirar, su atmósfera era densa. El Sol fue a su casa a visitarla.
– ¿Cómo estás hoy, pequeña?

El Sol estaba vestido de una manera peculiar. Algo le tapaba la boca y las manos.
– ¿Qué llevas? No puedo respirar… me duele la garganta.
– Tranquila, pequeña. Es por seguridad. Para que no salte el bicho hay que retenerle.
– Quiero sentirme bien…
– Lo sé. Ahora vas a tener que ser valiente. Debes quedarte en casa.
– Pero no quiero…
– Yo vendré a visitarte todas las semanas. Estaremos un rato juntos.
Pasó una semana, Luna se puso peor, le costaba dormir, las horas parecían eternas, sus ojeras eran cráteres gigantes. Sus mareos iban en aumento, comía y se movía menos.
– ¿Cuándo va a acabar esto?
– No estoy seguro… lo que podemos hacer es esperar.

Dos semanas más sobre el cuerpo de Luna la hicieron debilitarse. Adelgazó mucho y menguó.
– No quiero estar más así, quiero salir…
– Sé que tienes muchas ganas pero no debes.
– No aguanto más…
– Es difícil pero sé que puedes. Eres muy guerrera y fuerte.

Pasaron unos días, la pobre Luna siguió en casa, dando vueltas y viendo por la pequeña ventana más como ella, se saludaban y cantaban.
– Ahora vamos a aplaudir. ¿Te apuntas?
– ¿ Por qué hacéis eso?
– Para animarnos y dar las gracias.
– ¿A quién?
– A las personas que luchan fuera. Nosotros lo hacemos dentro. Juntos, nos curaremos.

Eso le hizo animarse más. Empezó a crecer su esperanza de curarse.

Pasaron semanas, con visitas del Sol, y las miradas de sus vecinos y vecinas. Luna se fue recuperando lentamente,

Por fin, el Sol les gritó:
– Ya podéis salir de nuevo. Divertíos, con cuidado.

Salieron de nuevo al espacio, las estrellas brillaban con toda su fuerza, los planetas giraban en círculos gigantes. Luna se sentía llena, de vida. Fue así como superó el COVID-19, y al sentirse encerrados durante tanto tiempo en un castillo, lo llamaron Coronavirus.




  • 0 Comentarios

    Dejar una respuesta

    Contacto

    info@scriboeditorial.com
    666 47 92 74

    Envío
    o de las

    Inicia Sesión

    o    

    ¿Ha olvidado sus datos?