MELODÍA DE MELANCOLÍA
Te espero en el parque oscuro y
te pienso triste con estos recuerdos
de suicidios. Te adoro y te respiro
como el azul de los nocturnos.
Me hundo incansable entre el soplo
frío de tus desdichas y nos juntamos
con el cuerpo inmóvil por las soledades.
Me salvas desde el olvido y sos una
oscuridad anhelada en este parque de
los olivos. Eres la cadencia que busco
angustiado, con tal de sentirte como
el cuervo taciturno, que soy, cuando
los ángeles caídos, pierden todo sentido.
Eres la hija melodía cercana de la muerte.
Yo te protejo en este jardín negro y
soporto depresivo las locuras de
nuestras crueldades. Yo pierdo y te
sufro como las lluvias de las hojas secas;
cayendo ellas desde los árboles otoñales.
Vas con la cura y vas con el luto
como el llanto de los poetas malditos.
Y tú, recuerdas al Judas, antiguo
como su pesar tan arrepentido.
Más, sos la devoción que ausculto
intranquilo, con tal de idearme como
el vampiro gótico, que soy, cuando
los humanos alocados, vuelven al extravío.
Eres la madre melancolía de la muerte.
Te llevo a los senderos espinosos y
al tiempo, te escucho densa, entre las
melodías de esta melancolía.
RUSVELT NIVIA CASTELLANOS
POETA DE COLOMBIA