Luìs Carlos Pineda Acosta

No hay mejor descripción que la de una moneda.

Impreso en 1984 recortado en una plancha de metal, estampado y lavado, con bordes tallados y biselados a altas temperaturas, afilado en el trato con el hombre, como el hierro con el mismo, A quien suponen incapaz de algo, y hace cosas que nadie imaginaria.
De invaluable valor adquisitivo, coleccionable, transmisible, necesario, expuesto a altas temperaturas, de rígida textura, de inmodificables posturas, costoso, inagotable, de amargo sabor a hierro, el mismo que caracteriza sus ideas, inflexible, y hasta cruel.
De forma irregular y valor figurativo.

Lucas Pinac.