No cierres los ojos

sa_14881838631437557459_820629_1437557792_noticia_normal

No cierres los ojos

No había empezado bien el día, el despertador no tocó, lo que hizo que llegase tarde al trabajo, cosa que a mi jefe no le hizo mucha gracia. Los trabajos amontonados encima de la mesa, me tuvieron entretenida toda la mañana.

Apenas un café y un sándwich fueron toda mi comida. La cabeza me dolía como si un martillo estuviera fastidiando dentro de ella. Por fin llegó la hora de salir, llueve, parece que el tiempo tampoco hoy me acompaña, corro para coger el autobús que veo desde lo lejos se acerca a la parada, voy pisando pequeños charcos que hacen que mi pantalón se moje casi hasta la rodilla.

Por fin me siento y mi cuerpo agradece el calor que emana el autobús, me recuesto sobre la ventanilla y cierro los ojos de vuelta a casa. Ha sido un día de estos tontos que todos tenemos alguna vez. Voy casi dormida, cuando de pronto el autobús da un brusco frenazo y un poco asustada abro los ojos, una moto se había cruzado por delante del autobús, por suerte sin mayor incidencia. Me doy cuenta que ha salido el sol, miro por la ventanilla y veo que vamos por el Paseo de la Castellana abajo y a derecha e izquierda puedo ver los arboles que empiezan a florecer con la llegada de la primavera, los pequeños brotes que se asoman a la vida hacen que el árbol sin hojas empiece a verse como lleno de juventud y alegre como un árbol de navidad lleno de adornos. Me doy cuenta que a mi derecha y todo lo largo del recorrido en el autobús todo está lleno de flores, las hay de tantos y alegres colores que no sabría cual es más bonita, entonces me doy cuenta de cuánto me pierdo por ir con los ojos cerrados, si cierras los ojos no verás pasar la primavera y después de un día gris siempre sale el sol.




  • 0 Comentarios

    Dejar una respuesta

    Contacto

    info@scriboeditorial.com
    666 47 92 74

    Envío
    o de las

    Inicia Sesión

    o    

    ¿Ha olvidado sus datos?