Pescaito
No lo entiendo. Os juro que a día de hoy y después de ver casos tan crueles como el de Asunta, Ruth y José y demás sigo sin entender qué cojones se les pasa por la cabeza con el pequeño Gabriel. Es el hijo de tu pareja, deberías tratarlo como si fuese tuyo, aunque afortunadamente tenga a su madre. NO. No tienes derecho a secuestrarlo. No tienes derecho a quitarle ninguna prenda de su ropa y a soltarla después por ahí para despistar y encima hacerte la víctima tirandote a un terraplén en plan desesperada. No tienes derecho a abrazar a tu pareja delante de las cámaras y a consolarlo PORQUE TÚ ERES LA CULPABLE DE ESAS LÁGRIMAS. No tienes derecho a ponerte una camiseta con esa cara angelical estampada en ella. No tienes derecho a participar en la búsqueda porque TÚ sabes perfectamente dónde está. No tienes derecho a quedarte el viernes buscándolo, o mejor dicho, fingiendo que los buscas, mientras sus padres están en una concentración. No tienes derecho a matarlo, ni a esconderlo en un pozo, ni en el maletero de tu coche. Tú no tenías derecho a nada. Y por eso espero que se olviden de los derechos que sí que tienes, porque tu libertad y tus derechos acaban cuando violas los de un niño inocente de ocho años. Ahora que sé que no tienes corazón, porque te dio igual ver llorar a tu pareja, a la madre del niño, probablemente también viste llorar a Gabriel antes de terminar con su vida. Y por eso espero que hagan de tu vida un puto infierno. Hasta el último día. Que su rostro no salga de tu cabeza. Que el sonido de su risa no deje de sonar en tu cabeza. Que cada vez que mires tus manos recuerdes que mataste y trasladaste el cadáver de un niño al que debiste tratar como si fuese tuyo con ellas. No te puedo desear otra cosa, Ana Julia.