Un hecho: Una mujer con derecho a enamorarse y un amigo sin derecho a roce. Ambos… hasta las narices de que Cupido les haga bullying.

Una duda: ¿Sacrificar noches seductoras de peli y manta o dejar que el propio destino encuentre el amor por ellos?

Una decisión: Poner fin a su soltería y encontrar de una vez su media naranja, su medio pomelo… o lo que quede en el mercado.

“Mira que estás pesada con el tema de la edad. Yo también soy bastante más joven que tú y nunca has puesto reparos a nuestra relación.

En primer lugar, nosotros no tenemos una relación. Bueno, sí, pero lo nuestro es especial… distinto… es algo que solo se puede tener con una persona en la vida. Y a mí me has tocado tú. Pero te aviso… tú sigue buscándome ese tipo de citas y pido la portabilidad de amistad”.

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