Un encuentro inesperado.

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Un encuentro inesperado.

Los aviones de combate también cuentan cuentos. Y estas son historias de guerra, cuentos de hangar narrados desde un punto de vista totalmente diferente: el del avión.

Inspirado en hechos reales…

—¡Buenos días Tom! —le saludó un F-14, quien lo estaba esperando en la línea de vuelo.

—Buenos días… —respondió el aludido.

—¡Bienvenido a bordo! Mi nombre es Skipper y soy el oficial al mando del “Fighting Squadron Two”.

—Gracias señor —dijo Tom asintiendo con su cabeza.

—Bien. Por favor, sígueme para presentarte a tus compañeros de escuadrón… 

Tom pasó toda la tarde conociendo y conversando con sus hermanos, haciendo preguntas concernientes a como es la vida en Miramar, como es el asunto del combustible y una larga lista de ETCs…

—… Todo a su debido momento Tom…  —le dijo uno de los F-14 del escuadrón.

 —Sí. Ahora ve a descansar Tom… Tuviste dos días fuertes de vuelo… —añadió Skipper, haciéndole ver que estaba en conocimiento de su largo y accidentado vuelo de costa a costa —. Mañana será otro día.

En efecto, al día siguiente junto a uno de sus hermanos quien fungía como guía, Tom realizó el recorrido inicial por las instalaciones de NAS Miramar.

En un punto de la línea de vuelo Tom pudo observar a un par de F-14 del “Wolfpack” que realizaban un sobrevuelo por el eje de la pista 06R. Absorto en su contemplación, mientras los Tomcat viraban por su derecha con dirección al mar, Tom se imaginaba estar volando sobre…  

—Hi Tom… —escuchó decir a una voz que le parecía conocida.

Cerrando sus ojos, a la vez que hacia un gesto de desagrado y  bajando el morro hacia dónde provenía la voz…

—No… No puede ser…. Aquí no… —murmuró con voz apenas inteligible.

—¿Que tal Jake? ─saludó entre dientes.

—Que… ¿No te da gusto verme? —preguntó Jake de manera intimidatoria.

—Veo que te asignaron a un escuadrón Jake… 

Jake sonreía maliciosamente. Un grupo de F-4 se acercaba, amenazante, a la pareja de F-14; temiendo una pelea o al menos un altercado, su hermano abrió las alas, sólo por precaución.

—Si, al VF-111…Y… ¿Tu?… ¿Sigues realizando vuelos de prueba? —preguntó Jake en tono de burla, a la vez que con la mirada buscaba el apoyo del resto de sus hermanos.

—¿Cómo es que estas aquí si el “Sundowners” se encuentra desplegado en aguas del Mar del Sur de China…? —intervino, ya de mal talante, el hermano de Tom.

—Lle… llegué… demasiado… ta… tarde… para unirme al escuadrón… — respondió Jake, tartamudeando de la rabia. —Además, no tengo por qué darle explicaciones a nadie… Menos a ti…

El ambiente en la rampa de vuelo se estaba calentando hasta tal punto, que el hermano de Tom dio un paso al frente en franca actitud desafiante, obligando a nuestro amigo a intervenir haciéndole un gesto con el ala para evitar así la inminente confrontación. Conocía a Jake lo suficientemente bien como para saber que esa no era la forma de resolver nada con él. 

Un sonido proveniente de la vertical del grupo, distrajo brevemente a Tom.

Los F-14 del “Wolfpack” ejecutaban un pasaje a 500 ft, ésta vez sobre el eje de la pista 24R, cuando observaron una situación en la zona de los Phantom.

—Skip… Un par de Tomcats del “Bounty Hunters” está en problemas… —comunicó por frecuencia interna el líder de vuelo.

—¿Ubicación?… —preguntó su comandante.

—La línea de vuelo de los Phantom…

—Bien. Yo me ocupo… Skip fuera…

A todas estas, algunos F-8, al igual que otros F-4, se retiraban del lugar donde, al menos 10 Phantom, ya habían cerrado un círculo alrededor de los F-14.

Restándole importancia a la reacción del Tomcat, Jake continuó.

—Como te habrás dado cuenta Tom, ésta es mi casa… —dijo, a la vez que echaba una mirada a su alrededor y extendía, lo más que podía, sus alas para hacerle ver a su “enemigo” que ese era un “territorio Phantom” y que él, Jake,  tenía el control sobre todo lo que acontecía en la rampa de vuelo de NAS Miramar—… Mi base… Mis reglas… ¿Te quedó claro?

Y cuando iba a dar un paso adelante, el sonido de una sirena y de varios vehículos que se acercaban le obligó a detenerse.

—¿QUE ES LO QUE ESTA PASANDO AQUÍ??? ─preguntó un policía Naval quien, rolo en mano, se interpuso entre Jake y Tom.

—Eehhh… Nada… —se apresuró a decir Jake, retrocediendo unos metros y alzando las puntas de sus alas—. Sólo le estaba dando un “merecido recibimiento” a un viejo amigo… —y volteándose hacia el F-14, añadió—… ¿No es así Tom?…

El F-14 lanzó una mirada desafiante a Jake. Sin embargo, se limitó a no responder.

El policía Naval, quien había sido puesto al tanto de la situación por Skipper y por ende sabía lo que sucedía,  no estaba dispuesto a que se le salieran las cosas de las manos; así que, actuando con autoridad, procedió a despejar el área.

—Está bien… ¡Circulen!!!… —ordenó el sargento de la PN—… ¡Hey!… ¡Ustedes dos…! ¡Devuélvanse a su línea de vuelo!!!… —dijo en dirección al par de F-14 y, acto seguido, le ordenó a Jake y sus amigos—. Y todos ustedes  váyanse a sus puestos de estacionamiento… 

—Pero… No estamos hacie… —intentó replicar el Phantom.

—¡AHORA…!!! —le volvió a ordenar el Sargento con cara de perro Bulldog—… O pasaras el resto de la semana limpiando pozos llenos con aceite quemado…

Algo molesto, Jake asintió.

—¡Hey Tom!!!… Recuerda… Mi casa… Mi base… Mis reglas… No lo olvides… 

Justo antes de terminar su frase, un PN con cara de pocos amigos le propino un rolazo a Jake, de tal contundencia, que tuvo que ir al taller del escuadrón para que le arreglaran el fuselaje trasero y le aplicaran una capa de pintura.

Lo que menos esperaba el F-4 era que esto le traería como consecuencia una amonestación por parte del Comandante de su escuadrón.

—¿Con tan poco tiempo en la base y ya tienes un enemigo? —le preguntó su hermano con una leve sonrisa de incredulidad dibujada en su morro.

Tom, quien rodaba mirando el suelo, tenía la mente en blanco.

—¡Epa Tom…!

No obtuvo respuesta.

—Toc… Toc… Toc… —dijo, a la vez que le daba a Tom unos golpecitos en el canopy con la punta de su ala izquierda—. Torre llamando a Tom… Torre llamando a Tom…

—¡Auch! —se quejó nuestro amigo, cubriéndose instintivamente de los coscorronazos—… Eehhh… Si… Eehhh… ¡No!!! —corrigió moviendo su cabeza bruscamente de un lado a otro—. Es un viejo… “enemigo” —sonrió arqueando una ceja, a la vez que dibujaba unas comillas en el aire—. Desde mi primer día en Pax, Jake ha hecho todo lo posible por molestarme…

—Y… ¿Tú que has hecho al respecto?

—Nada… —respondió Tom encogiéndose de alas y al ver la cara de sorpresa que ponía su hermano, agregó—… Es que siempre le sale el tiro por la culata… —esto último lo dijo haciendo un gesto bastante cómico con su cara.

Las carcajadas que soltaron ambos aviones se pudieron escuchar a todo lo largo y ancho de la rampa de vuelo, llamando la atención de todos quienes parqueaban en NAS Miramar.




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