V. Hijos Lejanos
Hijos lejanos,
hijos se ausentan,
mientras el tirano desgarra
lo que va quedando de esta tierra.
Amaneceres decantan,
el llanto triste de la madre que queda,
si a caso alguna vez yo parto,
lleva en santiguo mi bendición,
que en la patria va quedando
la miseria de una nación.
En la basura escarban,
como buitres de calle,
¡y los sueños en letargo esperando volver a clases!
¡Apura! que el hambre endurece,
los huesos de quienes algún día llamamos
futuro prominente,
niños de nuestra tierra.
Que tu vil consciencia
jamás descanse,
que no haya umbral donde la justicia no te halle,
porque cuando tu tiempo pase,
todos volveremos a hacer de Venezuela
¡una tierra grande!
Adriana Herrera