XXXII
Por las cristalinas aguas
de un río de silencio,
corre la voz callada
de un triste pensamiento,
en cruzados ríos
de aguas cansadas,
en limpias fuentes
de aguas perfumadas…
Escucha esa voz,
un susurro del viento,
un pesar dolido y somnoliento,
del dulce pasajero
perdido,
de sonrisa tenue y apagada
de felicidad marchita y
olvidada.
Fluye en el momento
en el que la vida
se aleja un solo instante
en el pasado.