Valioso obsequio de una madre
Un día de mi cumpleaños, mi madre me regaló un llavero-linterna…
Mientras yo observaba con gran sorpresa el obsequio, ella me decía:
–Hijo mío, la linterna te servirá para ver el ojo de la cerradura cuando llegues tarde a casa.
Muchas veces cuando reflexiono sobre alguna cosa, imagino que tengo ese llavero-linterna entre mis manos para dar luz a mis pensamientos.
Tenemos el derecho de ser felices… bajo el hilo de la crisálida, late la mariposa.
Todo comienza con unas ganas de volar… no es necesario un paso adelante, es necesario un salto.
Poco antes de saltar, es muy posible que aún no seamos conscientes de nuestras alas… pero el impulso que nace dentro de nosotros es tan grande, que un buen día empezamos a volar…
Quizás el primer paso sea reconocer y abrazar todo cuanto ocurre en nuestra vida… tanto lo bueno como lo no tan bueno…