El Pantano de las Aguas Mortecinas
Un pantano en tiempos de la edad Media, habitado, por druidas en los que, a veces se libraban sangrientas batallas entre los reinos enfrentados.
Manchando la tierra de sangre, llenando el pantano de cadáveres y espadas de los caídos.
Según cuentan la leyenda, los druidas, cada vez que había una batalla, recogían los putrefactos cuerpos de los soldados para reanimarlos y que vigilaran las entradas de los pantanos.
Decidieron sellarlas, por que los druidas guardan y conocen muchos secretos, que un rey sediento de poder y ambición, ansiaría saber. Un conocimiento que le seria una gran ventaja a la hora de reunir un ejercito que ni el mismísimo Diablo pudiese derrotar.
Los pantanos después de tantas guerras y masacres, las almas de los caídos en guerra residen malditas y atrapadas habían quedado allí, bajo el diabólico influjo de los druidas, habían sellado su entrada al mundo de los muertos, donde sus seres queridos los aguardan hasta el fin de los días.
Muchos viajeros y forasteros, pasando en carro o a caballo por las cercanías, aseguraron ver luces de un pálido azul, pero pensaron que se debían a fuegos fatuos o una ilusión óptica debido a los gases que se producen en los pantanos.
Rumores y especulaciones traídas de fuera han llegado a la aldea más próxima al pantano. No es difícil que lleguen a los oídos de los nobles o del rey.
Finalmente, esos rumores, sean ciertos o no, lo único que es cierto que quien osara entrar en los pantanos de los druidas su alma quedara atrapada allí para siempre, para proteger los oscuros secretos de la muerte, que los simples mortales nunca llegaran a descubrir ni a entender.