Anduviste entre mis sueños…
Anoche anduviste entre mis sueños…
Como si no quisieras despertarme con tus besos…
Y sentí levemente tus caricias, tu alma y tu aliento;
Y fuiste entrando a mis pensamientos, como esa pesadilla divina, húmeda, lujuriosa y pervertida…
Dormías a mi lado…
Entre sabanas de terciopelo, con un leve olor a sexo; Las curvas de tu cuerpo, acariciaban mi mente y tus cabellos dormían abrazando a tu rostro , con tus ojos cerrados y tus pestañas besándolos..
Con esos labios inquietos entreabiertos, mordiendo tu propio aliento ..Respirando el deseo…
Con tu cuello llamando a mis besos y la silueta de tu espalda fue ultrajada con mi mirada…
No sé si soñaba…
Cuando vi las carreteras de tus nalgas y su deliciosa é estrecha zanja…Fue como haber;
Despertado a mi imaginación perversa de recorrerlas con mi lengua…
Tus piernas lucían descansadas y levemente entreabiertas, como si tuvieran deseos de que las apretara, las abriera para poseerlas…
Tus pies estaban descubiertos; con un leve frio penetrando por ellos, acariciando cada poro de tu cuerpo…
Mi subconsciente estaba sumergido en un mundo de sensaciones…
Deseaba hacerte el amor en mis sueños…
Desnudarme silenciosamente y meterme entre tus sabanas, Que me amaras en mi mente y me abrieras de nuevo tus piernas y me entregaras tu alma…
Con un beso corto y húmedo…Que despierten los deseos, acomodando tu cuerpo en mi pecho…
Despejar tus cabellos de tu cuello, enredándolos entre mis dedos y mi aliento…Ese único y mágico momento de detener el tiempo, entre caricias y besos…
No pude detener mis garras por tu espalda, cuando buscaban agitar tus pensamientos; Mis dedos juguetones, se embriagaban en tus carreteras ; Los volví alpinistas de tus zanjas y profundidades..
Y se ahogaron en la humedad de tu esencia, entre ese manantial divino, estrecho, húmedo y para muchos prohibido…
Tus piernas se abrieron muy despacio…
Tu instinto de mujer ardiente, se amolda en tus sueños, tus manos acariciaron tus senos y apretaron tus pezones despiertos de deseos…
Mi lengua hace estragos, en tu mente y en tu piel: Como ese espejismo pervertido, que excita el oasis sediento que vive entre tus piernas… Esa divina fórmula perfecta, que enamora a tu sabor y a tu olor…
Estas caliente…Sudada…Excitada y mojada…
Tus deseos me quieren dentro de ti…Tus labios le hablan a mis labios; Cuando tus caderas se arquea buscando a mi miembro…
Desean ahogarlo…Apretarlo…Agitarlo y maltratarlo..
Y que grite en tu orgasmo…
Pero a tiempo he despertado…
Y me pregunto qué hacías metida entre mis pensamientos
Y más aún…
Si al cerrar de nuevo mis ojos…Podre continuar mi sueño…
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