Extrañarte

Extrañarte

Me acostumbre a tenerte y a pensar en ti,

tanto que ésta suave brisa que me despeina con gentileza

se parece mucho a tus manos,

y parecen murmurar las hojas de los arboles

palabras que susurraste desde tu balcón.

Me acostumbre a tenerte y a pensar en ti,

tanto que a veces siento que  aparecerás con el viento

como apareces con la lluvia,

y empiezo a imaginar reflejos de tu sonrisa,

y creo ver tu cabello bailando por todas partes.




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