El día que me vaya…
Llegará un día, diferente y prometedor, en el que coja mis cosas y no vuelva. Y justo entonces te atreverás a llamarme cruel…
Dirás que jamás te dije palabra alguna u advertencia, que no hubo señales y todo fue repentino e inesperado. La gente, desconocedora de todo hecho pero siempre dispuesta opinar hablará de mi maldad e inconsciencia y también de mis impulsos tan extraños que tal vez era yo la que no te merecía.
Y entonces, esa gente te convencerá de que ha sido lo mejor, pero en el fondo de tu alma, donde ya no opina nadie, te sentirás sólo por todo lo que no apreciaste…
Porque, amor, mientras te quiero te digo que:
El día que me vaya no te responderá nadie con sonrisas a tus caras de sueño…
El día que me vaya no te reirán las bromas absurdas…
El día que me vaya no te ofrecerán calma y paz cuando lo necesites…
El día que me vaya no tendrás quien sin hacer nada, lo haga todo …
Y entonces querrás volver ¿pero sabes qué?
El día que me vaya me daré cuenta de que yo también merezco sonrisas al despertarme, que se rían de mis bromas, que me den paz y no estados de furias y monstruos a amansar. Alguien hará por mi todo sin que parezca hacer nada…
Y entonces te olvidaré, y la situación que tú creaste caerá sobre ti mismo y aprenderás…Y tal vez y solo tal vez podrás escribirle a otra persona un día una carta similar a esta porque habrás aprendido a valorar lo realmente importante.