Somos y no Somos.
Somos y no Somos.
«En los mismos ríos entramos y no entramos, somos y no somos» – Heráclito.
Otro día más. Me levanto, me siento en el escritorio y
cuando veo el reloj ya son las 7 de la tarde. Ayer fue igual. Y el día
anterior. Pensé que tener tanto tiempo libre me iba a dar libertad de hacer
todo lo que quisiera, 8 meses han pasado y aún no hago nada. Iba a retomar mi
proyecto de dibujos minimalistas, siguen en blanco todas las cartulinas que
recorté y doble en pequeños trípticos. ¿La guitarra?, solo aprendí una canción.
Me paso el día pensando en a qué hora sería aceptable volverme a dormir. Dije
que iba a escribir, no lo hice. Todas las veces que intenté me miraba
parpadeante la línea del cursor, el único elemento invariable en la hoja en
blanco. Cada vez que siento tengo algo que decir las palabras se me escapan,
termino cerrando la página sin importar si mi progreso se guarda o no.
Progreso, que interesante concepto. Se siente tan extraño. Hace años el
realizar algo importante era progreso, hoy en día cuento como progreso el salir
de la cama. Es difícil, ir día a día como un zombie, haciendo lo que tienes que
hacer en automático. No recordar cuándo pasó qué, sencillamente no importa. Fue
algo que hice y no recuerdo. A veces me pregunto si volveré a tener días
memorables, de aquellos que se quedan contigo y puedes repetir en tu cabeza
como si fuese una película. No recuerdo lo que es vivir en el momento, tener la
cabeza y todos mis sentidos en el mismo lugar donde se encuentra mi cuerpo. Hay
días en que no recuerdo que comí para el desayuno. Hay veces que no recuerdo si
ya comí. Extraño ser consciente de las horas, tener razones para ello.
El último día “memorable” lo tuve hace meses, si
alguien me pregunta no sabría cómo explicar por qué fue memorable. Mirando la
gran imagen, no fue nada. No pasó nada. Pero estaba allí, cada parte de mí.
Recuero los colores, los olores, qué había en la mesa. Recuerdo que estuve
asustada, luego ansiosa, luego inmensamente feliz. Recuerdo cada juego, cada
risa, cada canción. Que hice y que no hice, pero quise hacer. Esa sensación de añoro
que nunca sentí antes. Esa nostalgia por algo que aún no había pasado. Extrañar
sin que se hayan ido. Recuerdo que empecé la noche sintiéndome sola y me fui al
día siguiente sintiendo que era una persona diferente. Nada pasó y aun así esa
persona que entro ese día a esa casa nunca salió.
Y sí, mañana probablemente sea igual que hoy, igual
que ayer, pero si lo pienso bien no seré la misma persona que se levantó, sentó
en el escritorio y no se dio cuenta que se había ido el sol. El día podrá
parecer igual, pero yo no lo seré. Aún me cuesta entrar en términos con ello,
no estoy segura de si es algo bueno o malo, lo único que sé es que no lo puedo
cambiar.