Ojalá
Ojalá la mañana nunca llegara.
Ojalá mis sueños se apagaran.
Ojalá que mis sábanas me ataran y me enlazara como si de mi propia mortaja se tratara.
Ojalá nunca tuviera que desenredarme el pelo.
Ni salir de la cama, ni tocar el aire que baja del cielo.
La zona de confort nos hace sentir seguros,
pero nos mata por dentro.
Ay! Como acuna la tristeza,
como te atrapa ese sentimiento.
Que a gusto se está en el llanto.
Que no para hasta que está saciada.
La pena siempre tiene hambre.
Y yo la alimento.
Porque deseo que la noche no acabe.
Porque deseo no seguir viviendo.