Caminando entre prosas
Laberinto de mis recuerdos
Y ahora cada una de las emociones e impresiones habían salido de paseo, nos abandonaba a mi y a mi escurridiza mente.
Al abismo de esas tardes de la noche, donde tu mente juega con los delirios provocando heridas en el corazón, en ese preciso momento me encontraba en la pelea de mis demonios contra mis poetas, pensando en un sin fin de posibilidades de tenerte en mis sueños nuevamente.
La pelea era tan fuerte que mi cielo corazón derramaba gotas de queroseno que me quemaban el rostro, mi mente se encontraba agobiada y el pensar en un todo era entrar a la nada.
Entraba en un estado de vigilia total y el sonido de mi pestañeo era similar a un abrir y cerrar de alas de una pequeña mariposa, el tiempo transcurría y las manecillas del reloj ya se clavaban en mí corazón, la noche pasaba y tu recuerdo quedaba.
Poesia
Te halle entre letras regadas por todo mi escritorio, ahí estabas pronunciando mi nombre sin siquiera conocerme y desnudándome el alma tan solo con la fuerza de tu aliento, reina entre mil reyes cumbre de mis valles, eres el idioma que expresa el más profundo suspiro perdido y hasta la mismísima rabia de un corazón roto.
Solo debo llamarte con mí lápiz y tu voz se pronunciara en cada libro, hasta en el Rincón más oscuro, porque eres poesía.
Siento tu aliento y tu tacto, tu tinta sera mi sangre.
Esclavo de amarte
¡Joder!
Y ahora me pongo delirar en mi cama, pensaba en que el tocarte era como viajar con pequeñas turbulencias en mi cabeza, en donde en cada una se deslizaba mi mano por todo tu cuerpo y miraba con satisfacción como tu piel se achinaba y tus ojos caían al abismo del deseo, el nudo en la garganta se hacía cada vez más grande y tu respiración comenzaba a ser más corta mientras mis movimientos te enloquecían.
Tus labios estaban tan secos como las hojas que caen en el otoño, pero solo bastaba un par de besos para que tus labios quedaran como pétalos de rosas recién bañados por el rocío.
Acariciaba tus piernas que en ningún momento dejaron de frotarse entre si y tu con la mirada fija a la mía me decías que no parara ningún segundo, tus gemidos y suspiros se fueron perdiendo por toda la habitación, recorrerte era como pasar página en un libro, cada movimiento que se hacía era inesperado y no sabias que te ibas a encontrar al otro lado del placer.
Al amor de mi vida
En esta pequeña y oscura habitación se sintió un frío que se deslizaba por mi espalda, a medida que avanzaba se achinaba mi piel, era como si el frio de esa noche se besara con mi cuerpo y los malos recuerdos de un pasado sin retorno se apegaran al insomnio causando estragos en mi mente.
Este poema lo escribo pensando en el que pudo ser el amor de mi vida y ahora se perdió entre todos los amores comunes, lo hago para dar una señal de vida que me conecte en la órbita de tus ojos.
Te necesito, necesito otra vez tu piel causándome escalofríos, en fin….
Formando un perfecto caos en mí corazón otra vez.