AMOR EN @
Sara, despistada para todo, hasta para el amor, se encontraba sola, quizás Cupido pasaba de vez en cuando acariciando su rostro y no se daba ni cuenta, su vida transcurría en un ir y venir de la casa a la oficina, en un ajetreado caminar casi sin sentido, pero al fin sobreviviendo.
Su rostro era angelical, siempre con una sonrisa, con pocas heridas en el alma, sólo aquellas obligatorias por la partida de un ser querido, terminar un romance sin sentido, romper una amistad, en fin una persona sin problema, caminaba por la vida con amor y con la confianza de tenerlo todo para vivir feliz.
David por el contrario marcado por el dolor, era un hombre extremadamente organizado, parco, poco sociable, de relaciones fuertes y traumáticas, con un corazón herido por amores que creyó que funcionarían y al final terminaron erosionando su frágil vida.
Navegando, él un día se topo con su foto por la red, la seleccionó porque le agradó su hermosa sonrisa y le preguntó: – Hola… cómo estás?
Ella acepto su amistad, le agradó su foto desenfadado y sencillo y lo añadió a su grupo de amigos, al ver la conversación, le siguió el juego y también le respondió: – Bien y tú?
Ese fue el comienzo de un hermosa relación en línea, franca y sincera, la cual se fue consolidando poco a poco, fotos iban y venían, las palabras de él empezaron a vibrar en el corazón de ella, le hablaba de sus intereses, de su amor por la naturaleza, por las cosas nuevas y de sus inquietudes y proyectos.
Ella le confesaba sus miedos y lo incentivaba a llevar una vida más desenfadada y feliz. Poco segura de esta relación, se cuestionaba todo el tiempo, ya que no creía en amores en línea, pero cada día las palabras de David, calaban en su corazón y su esencia vibraba simplemente al verlo conectado.
Al tener cierto tiempo, un día se citaron y al verse, se reflejaron sus almas gemelas reconociéndose mutuamente y su historia de amor se hizo real, fantástica y deseable.
Descubrieron que el amor rompe las barreras de la pantalla fría de una computadora y que la verdadera felicidad se construye día a día con el entusiasmo de un @.
