Mi amor platonico

Mi amor platonico

Karla y yo crecimos juntos, siempre fuimos grandes amigos, reímos sin parar, ya somos unos jóvenes , mira lo lejos que hemos llegado, ya estamos en el último año de la secundaria.

La veo a lo lejos platicar con sus amigas, siempre tan alegre y amigable, no puedo evitar sonreír cuando la veo reírse le hacen unos lindos hoyuelos en sus mejillas, me acerco a ella, se ve tan hermosa, pero no me atrevo a decírselo, ya que solo me ve como amigo, solo me toca callar, no quiero arruinar nuestra amistad.

Salimos del colegio, Karla siempre me invita a comer algo diciéndome que pagará la cuenta, pero siempre soy yo quien lo hago, nos dirigimos hacia una cafetería, comemos helados, charlamos un rato de cómo nos fue en el día.

-Hey Henry -me dice comiendo su helado- te quiero pedir un consejo.

-Consejo? De que se trata -le pregunto incrédulo.

-Hay un chico en el colegio, dice que yo le gusto y quiere que tengamos una cita, tu sabes que yo nunca he tenido una cita.

-Bueno, siempre hay una primera vez -le dije con todo el dolor del mundo, pues estoy enamorado de ella y no quiero que este con alguien más, pero como no soy tan valiente para decirle lo que siento- prueba a ver, tienes que conocerlo bien antes de ir más allá.

-Si, si claro -me dice con una linda sonrisa- mañana quede en darle respuesta, yo te cuento como va todo.

Llego el día de la cita, vi como Karla salió de su casa muy arreglada, la verdad jamás la había visto tan arreglada, salió de prisa y se encamino hacia una cafetería, la verdad me dieron ganas de seguirla, pero decidí no hacerlo, tenía que respetar su privacidad.

Al llegar la noche Karla me envió un mensaje, escuche el sonido del celular y lo tome de mi mesita de noche.

-Estas ahí?

-Si claro, cuéntame.

-Hoy tuve mi cita con Javier.

-Y como te fue?

-Bien, quedamos en salir otra vez, como tú me dijiste que teníamos que conocernos bien, vamos a salir mañana para el parque.

-Que bien, tienes que tener mucho cuidado.

-Si claro tranquilo, me voy mama me está llamando, bye.

Pasaron los días, Karla  ya no sale conmigo ni me escribe, veo como sale del colegio muy apresurada hasta su casa, se arregla y se va, un día me encontraba caminando en el parque, pues estaba aburrido en casa, note que a lo lejos estaba caminando Karla con un chico, decidí acercarme hacia ella a saludarla.

Cuando estuve en frente de ella, me dio una sonrisa y me presento al chico, dijo que era su novio, sentí un gran dolor en mi corazón, ya la había perdido y todo por no atreverme a decirle lo que sentía por ella, me esforcé por darle una sonrisa y fingir que todo seguía igual.

Me doy cuenta de que el chico del que me está presentando yo lo conozco, la verdad no es un buen tipo, es mujeriego y solo busca a las mujeres para tener relaciones con ellas, me preocupe por Karla, pero en ese momento no le dije nada, espere estar solo con ella.

Me fui a casa analizando en como podía decirle a Karla sobre su novio, estaba pensando en como podría tomárselo ella, ya que ella es muy sensible y no quiero herirla, pero quiero abrirle los ojos, hacerle ver que Javier no era ningún santo.

Al día siguiente, después del colegio decidí pasarme por la casa de ella para hablar y explicarle sobre Javier, llegue a la puerta de la casa y toque, salió Karla y me miro sorprendida.

-Henry, que haces aquí?

-Vine a visitarte, como ahora no nos vemos mucho, quería pasar a hablar un rato contigo, extraño nuestras conversaciones.

-Claro pasa, vamos para el patio de atrás.

Pase y caminamos hasta el patio de atrás, nos sentamos en unos bancos cerca de una pequeña mesa debajo de un árbol, todo estaba tranquilo, ninguno de los dos decía alguna palabra, era demasiado raro, nosotros siempre encontramos un tema para hablar, pero eso ya había cambiado en tan poco tiempo.

-Y como te va con javier? -le pregunto rompiendo el silencio.

-Bien, salimos todos los días, comemos helado, Javier es un chico muy dulce y detallista.

-Sabes que tengo que decirte algo de él que a lo mejor no te va a gustar.

-Que cosa?

-Karla no te vayas a molestar conmigo cuando te diga esto, pero Javier no es el indicado para ti.

-Porque me dices eso? -me pregunta levantándose de la silla.

-Es que, perdona que no te lo dije antes, pero es que no sabía de quien se trataba hasta que lo vi contigo ese día en el parque.

-Habla de una buena vez.

-Javier es un hombre mujeriego, a el solo le interesa acostarse con las chicas y nada mas, después las deja.

-Javier no es así, y si lo fuera conmigo es diferente.

-Solo te está mostrando que no es así, pero sí lo es, el solo busca a una mujer con un propósito y es acostarse con ellas.

-Lo siento mucho henry pero no voy a permitir que hables así de mi novio, así que te voy a pedir que te vayas, antes que esto se empeore.

Salí de la casa de karla y me fui muy triste a la mía, no creo que ella me haya cogido prácticamente por su novio, ya veo que es cierto lo que dicen que el amor es ciego, pero no me quedare con los brazos cruzados, no permitiré que Javier le haga daño.

Pasaron los días, karla ni me hablaba, ni me escribía se había olvidado completamente de mi, un día en el colegio vi a javier en las gradas de la cancha de futbol y para mi sorpresa no estaba solo, bueno sorpresa no, yo sabía que él era así, lo vi besándose con otra chica, saque el celular de mi bolsillo y le tome una foto como evidencia, me acerque hasta él y le di un puñetazo en la cara, el no se quedo atrás y también me golpeo, allí fue donde se prendió una gran pelea, karla se entero y se acerco hasta donde estábamos y pidió que nos separaran.

-Ya basta, porque se están peleando, henry no pensé que fueras a hacer esto -me dice karla.

-Tú sabes que yo nunca he peleado, pero cuando vi a este imbécil besándose con otra chica y se supone que es tu novio -le dije apuntándolo.

-Eso no es cierto karla, yo nunca te haría algo así cariño -le dice el muy descarado.

-Ves hanry, me estás haciendo pasar vergüenza, se supone que eres mi mejor amigo.

-No es mentira y aquí tengo la prueba -saque mi celular y le enseñe la foto -karla se quedo petrificada, solo se podía ver una patria caer por su mejilla- tu no te mereces esto, te mereces algo mejor -le digo ganándola de la mano.

Karla salió corriendo del cirio sin decir una sola palabra, la deje que se tomara su tiempo, necesitaba procesar lo que estaba pasando, y yo la entendía, pasaron los días y no había visto a karla, le envía mensajes de texto y no me respondía, allí me di cuenta de que esta era mi oportunidad de demostrarle lo que por ella sentía, solo en mi habitación, me senté en el escritorio a escribirle un poema para enviarle una carta.

“No le diré a nadie lo que siento por ti, solo en mi cuarto escribiré poemas para ti, y como expresarte, como decirte amor, que eres mi amor prohibido, mi amor platónico, espero ser algún día correspondido.

Espero tu respuesta amor”

No sabía si enviárselo o no, ya que ella no me había dirigido mas la palabra, tenia miedo el que me rechazara, lleve la carta hasta su casa y la metí en el buzón, solo tenia que esperar a que me respondiera, no me iba a apresurar en este asunto, ya tome el primer paso, si no me responde esta carta, le haré otra.

“Te conozco desde que éramos niños, mi cariño se ha convertido en amor, Perdóname por enamorarme de ti, pero ahora veo diferente tu forma de reír, me cautiva y me hace feliz, en mi mente le pedía a mi corazón que callara cada vez que estaba cerca de ti, pues temía que hasta nuestra amistad acabara, hasta que un día llego el que si tuvo la valentía de enamorarte pero para mal, yo no lo voy a hacer así te lo prometo, es muy grande lo que yo siento por ti, no sería capaz de hacerte daño, el día en que dijiste que tenias novio mi corazón se partió en dos, pero si tú eras feliz yo también lo era, aunque por mala suerte no fue así, tuvo que llegar un desgraciado a romperte el corazón, pero yo me comprometo a ayudarte a sanar tus heridas, solo dime que si, y lo lograremos juntos.

Por siempre tuyo: Henry

Pasaron los días, no había visto a karla, pensé que tal vez me estaba evitando, porque no en el colegio la veía, pensé que todo se había arruinado, que hasta nuestra amistad fue arrastrada y se había acabado, hasta que un día me llego una sorpresa.

Estaba en mi cuarto acostado en mi cama, no estaba pensando en nada, pues tenia la mente en blanco, solo estaba allí mirando el techo, de repente sonó el timbre, salí de mi cuarto con pereza, bajo las escaleras y me dirijo hacia la puerta, cuando la abro me llevo una gran sorpresa.

-Hola henry -me saluda karla con una pequeña sonrisa.

-Karla -es lo que digo- que haces aquí? Pasa.

La invite a pasar y nos sentamos en la sala.

-Henry, vine a pedirte perdón, por preocuparte despareciéndome y no darte ninguna razón de mi, perdona por no contestar tus mensajes, es que estaba superando lo de Javier, tu sabes que es la primera vez que me pasa esto -me dice con una lágrima amenazando en salir, me levanto de mi sitio y me siento junto a ella abrazándola.

-Karla no tengo nada que perdonarte -le digo limpiando sus lágrimas- más bien Perdóname tu a mí, si yo te hubiera dicho antes lo que sentía por ti, a lo mejor no fueras pasado por esto.

-No henry, esto no es tu culpa, yo también siento lo mismo que tu, pero tampoco me atreví a decírtelo, hasta ahora que recibí tus cartas -me dice sacando las cartas de su bolsillo- están hermosas, no sabía que escribías tan hermoso.

-Solo cuando encuentro algo que me inspira escribo así, y tu eres mi mayor inspiración Karla, yo te amo y siempre te amare, me gustaría que me dieras la oportunidad y el privilegio de ser mi novia -le digo tomándola de las manos.

Karla se quedo un momento en silencio, pensé que me iba a rechazar porque no merecía nada.

-Claro que acepto ser tu novia -me dice con una gran sonrisa y me besa- solo estaba esperando a que me lo pidieras.

-Karla me has hecho el hombre más feliz del mundo -la abrazo fuerte y le doy un beso en la mejilla.

-Y tu a mí la mujer más feliz del universo -me dice con una gran sonrisa y abriendo los brazos en señas de algo grande.

-Por cierto dónde estabas metida?

-Me fui para la finca de mis abuelos, quería despejar mi mente, allí fue donde me di cuenta que en realidad yo no amaba a Javier, claro si me dolió el que me haya engañado y me haya querido usar, me di cuenta que en realidad estaba enamorada de ti, y como no estarlo si eres la mejor persona que he conocido en mi vida, eres atento, amable, cariñoso y además eres guapo, no te lo voy a negar -me dice con una sonrisa la cual yo le correspondo.

-Si me pusiera describirte no terminaría hoy -seguí cuando vi que se estaba acomodando para escuchar lo que había en mi mente- para mi eres la chica más hermosa que he conocido en mi vida, eres una persona única, cuando se está cerca de ti uno se olvida de todo y si estas triste tu siempre sabes cómo sacar una sonrisa y hacer que nos olvidemos de todo, tus hoyuelos y tus hermosos ojos cafés son algo que me matan, te amo karla y no me cansare de decírtelo.

Nos fundimos en un dulce beso, hasta quedarnos sin aliento, había esperado tanto tiempo este momento que creía que era un sueño, un sueño del que nunca quisiera despertar, pero para mi suerte si era real, por fin le confesé a karla lo que siento por ella, y ya no es más mi amor platónico, sino mi verdadero amor correspondido.




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