PRIMER AMOR
Verano 1979
Yo tenía 13 años y me crecieron los pechos. Me sentía diferente, me sentía “Linda” con el cabello suelto y sentía que todos me miraban. Recuerdo que papá, ¡dijo! Tendrás que usar brasier? ¿Brasier? Le dije Yo.
Papá había comenzado a involucrarse en mis cosas, nos hicimos confidentes, él haber empezado ir a la playa juntos, nos había ayudado a ser amigos, sin perder el respeto de Hija a Padre.
Días después fuimos a comprar al Mercado Central del Callao, a una de esas tiendas que venden solo ropa interior y papá dijo un brasier como para la señorita, ¡Si! su primer brasier, lo sacaron y tuve que probármelo, se sentía ¡raro! e ¡incómodo¡ supongo que tenía que ser así, hasta acostumbrarme.
Ese año cuando empezó el Colegio, todos nos veíamos diferentes, habíamos cambiado físicamente, habíamos crecido! Ahora éramos “Adolescentes”
Yo empecé a ver a los chicos de una manera diferente fué uno, quien llamó mi atención? Era flaco, con su pelo desordenado y su sonrisa de niño. Él se convirtió en mi Primer Amor….
De pronto! un día, empecé a dibujar corazones en los cuadernos, con su nombre y el mío. Flor y Jaime.
También respondía las preguntas de los slans y yo en todas ponía, que me gustaba el “PATO” ja, ja, ja, sí, así es! ese era su apodo y venia el dibujo característico una flor y un patito en un corazón y sucedió de pronto! de la nada, ya estabas en mis pensamientos, en mi día a día y sin querer, comencé a soñarte, tú me mirabas desde donde te encontraras, pero siempre a lo lejos y sonreías, sé que también yo te gustaba, pero no te atrevías a decir nada, fueron meses de miradas y de conversaciones, recuerdo que hablábamos de todo un poco y nada más…
Pasaban los meses escuchaba, música romántica, y es de ahí que, comencé a escribir versos y poemas de amor.
Cuando empezó el verano de 1980 la mancha se reunía en el segundo puente de Cantolao, la Playa de Moda. Todo está bien, hasta que aparecía “El” y yo me ponía nerviosa y solía mirarlo a lo lejos, cruzábamos miradas como siempre y nos saludábamos, ellos se quedaba al otro extremo, con la radio cassetera, ponían a todo volumen música y una que otra balada al atardecer, la gente se comenzaba a ir y el ocaso que estaba bello se prestaba para soñar despierta, obviamente con él. Y todo me comenzó a parecer bello! comencé a apreciar “El Mar” su inmensidad, su bravura, su misterio, y como a lo lejos? parecia unirse con el cielo, ni que decir, del sentir la brisa en el rostro, viendo el atardecer, parecia tan Romántico….
Cuando empezó el colegio, también empezaron los “quinceañeros” me seguía gustando, pero él, ese año se había vuelto popular y cuando empezaron las fiestas pro fondos, era emocionante! de pronto! El local se llenaba, cambiaba el escenario se apagaban las luces blancas y se encendían las de colores y la música retumbaba, sonaba la salsa o el rock de aquel entonces y las baladas de moda como de la película Greasse, que a cualquiera hacia soñar…
Las chicas se creían Olivia Newton John o mejor dicho “Sandy” la chica linda e inocente, que encontró a su tierno amor.
Y los chicos alucinaban ser John Travolta, el joven galán que solía echarse gel al peinarse y bailar espectacularmente.
De pronto! en pleno tono aparecías y me sacabas a bailar un “lento” como Devotamente Tuya, u Hotel California, era lo máximo yo no sabía que sentir, era una mezcla de emoción y nervios!!! pero era lindo tenerte cerca, soñar por un “instante” y sentir esa magia! cada vez que bailabamos, pensábamos que el mundo era nuestro, donde solo existíamos los dos y nos dejábamos llevar por la melodía, hasta que algún ruido nos hacía volver a la ¡realidad! ¡bellos instantes! que lo hacían “Especial”….
Ese año también, cumplía yo 15 años, la fiesta esperada.
Me imaginaba bajando la escalera con mi vestido largo color rosa, con el cabello suelto y ensortijado, como la de mis tarjetas, con un hermoso ramo como bouquett entre mis manos, pero sobre todo bailando con él, cómo mi chambelán.
Lo invite y fue una intriga saber si vendría?
Y al fin llego el gran día 02 de Agosto… estaba emocionada y nerviosa, baje la escalera!
Y había tanta gente, y lo vi y emociono y me emocioné, estaba con terno, se le veía guapo, había venido con su gran amigo “el buque” así le decían ja, ja, ja.
Empezó la clásica ceremonia de entonces, el baile del vals, con papá, mi padrino, la familia, mis amigos y al fin él, y guau esa magia!!! de nuevo como si existiéramos solo los dos….
Al momento de tirar el bouquett, ¡oh, maravilla de la naturaleza! cayo a sus pies, pero creo que la mirada de la gente ¡lo petrifico! Porque no se atrevió a recogerlo, pero el Buque, su amigo fue más osado y lo levanto y se convirtió en mi chambelán y yo ¡plop! Decepcionada… al poco rato, Jaime se me acercó y dijo ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! me abrazó, me beso, susurro a mi oído ¡ESTAS LINDA!!! Y emociono mi noche.
Y así acabo mi Gran Fiesta de 15 años…
Ese año, a cuarto de media, le tocó, turno tarde, pasaban los meses, entre fiestas, estudios y ensayos para brigadieres, la gente, nuestros amigos nos comenzaron a fastidiar, ya que se habían comenzado a formar parejitas y a veces coincidíamos en las reuniones, ya que ambos éramos brigadieres y solíamos conversar, pero como siempre, nada más.
Aquel Año Nuevo! tocaron la puerta de la casa, a eso de la 1.00 a.m. acabada la cena papá se había ido donde su compadre y yo quede en casa con mi mamá, cuando abrí la puerta era él y yo emocionada! no sabía que decir, nos abrazamos saludándonos por ¡Año Nuevo! Pero no fue un simple abrazo ¡lo sé! saco una tarjeta muy linda, aún lo recuerdo decía: Para “Una Persona Especial” yo sonreí
Me dijo: Vamos a una fiesta? Yo estaba emocionada! no cabía en mí…
Entré a la casa y le pregunté a mi mamá? y ella dijo ¡No! Y salió a ver quién estaba en la puerta, lo saludo y le dijo ¡Ella no saldrá! Yo recuerdo que estaba muy molesta. Entré corriendo a llorar. Estaba desconsolada y con tanta impotencia, que ese día cuando mamá se subió a su dormitorio, vi las botellas de licor de papá y empecé a tomar y a probar de todo hasta no recordar.
Cuando desperté, estaba mal! recuerdo que solo vomitaba, era 3 de enero de 1981. Era la primera vez que había tomado tanto, recuerdo que solo me daban agua, no me dijeron nada al respecto, no hubo gritos, ni castigo.
Pero yo sentía que tal vez, ese hubiera sido el “Gran Día” con él, creo que eso lo alejo…
Llego el verano, pero nos vimos poco, alguna vez en la playa, saludos a lo lejos y nada más, pero yo? no perdía la esperanza…
Empezó el Colegio, era el último año, entre los estudios y fiestas de Promo, nada fuera de lo común.
Pero cuando se iba acercando el fin de año, se sentía más real la despedida…
Aquel último día en el Cole, todo era un alboroto, todos querían firmarse las blusas y camisas, tomarse fotos, ver la ceremonia de clausura y despedirse…
La canción de fondo, que sonaba en todo el patio, por el altoparlante decía ”No es más que un hasta luego, no es más que un breve Adiós” y yo recuerdo que lloraba y al igual qué yo más de uno, hubiera querido detener el tiempo ya que, no quería que acabe aquella etapa tan linda, con vivencias de ilusión, de sueños, de amistad, de aprendizaje, de lágrimas, de frustraciones, de crecimiento y de Amor….
Pero la realidad era esa: “El Colegio había Acabado”
Ya “NO HABRIA” más timbres, ni formación, ni recreos, ni clases, ni exámenes, ni exposiciones, ni amigos juntos, ya no habría “El”
El Colegio que fue escenario donde nació todo esto y la cantidad de escolares, que sin querer fueron testigos de mi Primer Amor.
Y no hubo un Adiós entre los dos, y se quedó aquella frase de la canción en mi, “No es más que un hasta luego, ya que no pudimos despedirnos.
Y pasaban los días y yo pensaba que no volvería a verlo…
Sucedió! que un día sin querer, nos encontramos cerca de mi casa, me invitaste a caminar y fuimos al Parque Sima, aquel 15 de Agosto de 1982 al promediar las 4.00 p.m. junto a aquel árbol… y nos sentamos en esa banca, me cogiste la mano, me miraste a los ojos y me dijiste ¿Quieres estar conmigo? Recuerdo que yo temblaba por dentro, estaba full emocionada!
Levante la mirada, con voz temblorosa dije “Si”
Y vino ese beso, dulce, tierno e inocente
Yo no cabía en mí, sabía que el gusto era mutuo, que las eternas miradas no solo eran mías, sino de ambos, que al igual que yo sentías esa magia cuando estábamos cerca muy cerca y que la espera no fue en vano.
Y pasaban los días.. Pero nos veíamos poco, ya que, él estudiaba y yo empecé a trabajar en Lima, él solía recogerme los fines de semana, yo disfrutaba de cada instante que pasábamos juntos, ya que era mi sueño hecho Realidad.
Los días pasaban… una que otra fiesta con los amigos en común….
Otra Navidad! y Otro Año Nuevo! ya con más libertad de mi parte.
Llego el verano y con él su Cumpleaños, N*18 recuerdo que me dio su tarjeta y yo me sentía la “Princesa” invitada al Baile Real.
Para mí era un “Día Especial” me puse Linda, Fui con mi hermana y su enamorado, cuando llegamos a su casa al promediar las 10.00 p.m. justo ya había empezado el baile del Vals con su familia y amigas, recuerdo que la gente se abrió hacia los costados, para que yo pase y él estiro la mano y me saco a bailar, me dio un beso delante de todos, inclusive su mamá y yo estaba más que feliz y otra vez sentí “esa magia” que solo existíamos los dos….
Me llevo afuera, me enseño su regalo, nada menos que un Volkswagen crema, que su papá le había dado y para estrenarlo al finalizar la fiesta me llevo a mi casa. Fue una noche inolvidable.
Y así pasaban los días, el verano en la playa, paseos por nuestro Parque “El Sima” fiestas con amigos, baladas que marcaban nuestra relación, como “Devotamente Tuya” “Hotel California” “Sandy” música que ya habíamos bailado antes, música de siempre.
Pero un día sucedió lo que menos pensé!
Nuestra relación llego a su fin, me comencé a dar cuenta que de los dos, era yo la que sentía y él al parecer me veía como una amiga especial, alguien con quien poder salir y conversar. Recuerdo que él me dijo que llevara un presente, nos citamos como siempre para vernos al día siguiente y oh! Era 15/08/1983 cumpliríamos 1 año, nos encontramos y después de conversar cosas sin importancia, me entrego una fotografía de él con dedicatoria “Para que Me Recuerdes” y yo le di un disco que se llamaba “Esperando” de María Inés Navellan. En un fragmento de aquella linda balada dice:
AMOR VUELVE, VUELVE QUIERO YO GRITAR, QUERIDO VUELVE, SE QUE CON EL SOL VENDRAS, VUELVE UN VERANO QUE SE VA Y TE ESPERARE AQUÍ JUNTO AL MAR.
Y TE VEO LLEGANDO CON TU PELO DESORDENADO Y TU SONRISA DE NIÑO, TAL VEZ ALGUN DIA TU VUELVAS Y SOLO SE…
“QUE TE ESTARE ESPERANDO”
Y Hubo lágrimas retenidas, palabras sin expresar, un abrazo interminable y un adiós con un beso que no quería acabar.
Y es así, como llega El FIN de mi relación, de mi gran “Primer Amor”