Dash se sale con la suya.

sa_1558324815Navy Photograph by Photographers Mate 1st Class David M. Tilton

Dash se sale con la suya.

Los aviones de combate también cuentan cuentos. Y estas son historias de guerra, cuentos de hangar narrados desde un punto de vista totalmente diferente: el del avión.

Inspirado en hechos reales…

Tom despertó. Un sonido lejano, que no había escuchado antes, parecía estar acercándose desde la misma rampa de vuelo, paralelo a la pista.

—Buee… Aquí vamos otra vez… —dijo resignadamente tras un largo bostezo.

—¡Buenos días!!! —dijeron alegremente al unisonó, tanto Mr. Tug como Dash.

—Buenos días —respondió Tom, estirando sus alas y patas del tren de aterrizaje  y encorvando su fuselaje—. Ya… estoy… listo para… más… de lo mismo…

—OK —dijo Dash, sin darse por aludido.

En esta ocasión, Mr. Tug se quedó a observar el procedimiento. El viejo y cansado tractor era completamente ajeno a lo que estaba  por acontecer en los próximos instantes.

—Bien Osh, ¡vente por este lado amigo!!! —le grito Dash a alguien, cuyas luces se podían observar a algunos metros—. Pasa por atrás…

Un sonido tosco acompañado de un chirrido, como el que hace un vehículo pesado al frenar, se escuchó unos metros a la derecha de Tom.

—Buenos días —dijo una voz desconocida—. Te llamas Tomcat, ¿no? —quiso confirmar.

—Eehhh… Si… Eso creo… Si no me lo han cambiado todavía… —respondió, sarcástico, el F-14.

Un  vehículo de gran porte se había estacionado a la derecha de Tom y estaba a punto de replicarle al “insolente” avión, cuando fue… 

—Tom, abre el panel de acceso al sistema de llenado de combustible… —se apuró a decir Dash, antes de que su amigo Osh pudiera responderle algo a Tom.

—¿Que abra qué??? —pregunto un Tomcat desconcertado.

— Abre el panel localizado justo debajo de tu sonda de reabastecimiento en vuelo… —le índico Dash de nuevo, esta vez, lentamente.

Dash logro su objetivo de desviar la atención de Tom sobre Osh.

—Aahhh… OK… Ya lo tengo… A ver —pujo un poco, no estaba o, mejor dicho, no sabía cómo abrir el panel que da acceso al sistema de llenado de combustible—… ¡Listo!!!

Tom abrió el panel mientras un apurado Dash, mirando de derecha a izquierda, tomaba la manguera que le había acercado el camión cisterna.

—Por cierto, este es mi amigo Oshkosh, un vehículo de suministro de combustible —terminó por hacer las presentaciones.

—Co… Co… ¿Combustible…? —preguntó un confundido Tom, con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa que le estaba dando la pequeña APU.

—Mucho gusto Tom —le dijo éste, dejando de lado su impresión inicial, mientras se preparaba para hacer su trabajo—. Puedes llamarme Osh…

Tom estaba perplejo; no sabía que decir ni como decirlo. De hecho, se había quedado completamente mudo de la emoción.

—Bien Tom. Escúchame ahora… —le ordenó Dash al F-14, a la vez que le hacía una seña con los ojos al camión para que no se preocupara por su amigo—. Te voy a conectar el cable de suministro eléctrico  para que puedas operar tus instrumentos, ¿OK?

—OK

—Bien, aquí voy… ¡Listo!!!… Enciende tus luces de posición tal y como te enseñé el primer día…

El caza encendió sus luces de inmediato llamando la atención del resto de los aviones estacionados en la rampa.

—¡Mira!… ¡Osh está con Tom y Dash!… —dijo Intruder, dándole un golpe con el ala derecha a un bimotor TC-4C “Academe” del “Marine All-Weather Attack Training Squadron Dos Cero Dos”, VMAT(AW)-202,  que estaba parqueado a su lado. Éste, medio dormido, le devolvió el golpe con sorna, ya que lo había despertado de manera intempestiva. Total, que le importaba a él quien estaba con quien y para qué?

—¿Me sigues Tom? —pregunto Dash. 

—Si…

—Bien. Ahora busca tu medidor de combustible —hizo una pausa para asegurarse de que Tom ya tenía a la vista su medidor—. Cuando llegue a 200lbs me avisas… ¿Lo tienes?…

—Eehhh… Si… 200lbs… ¡Lo tengo! —le confirmó un Tomcat visiblemente contento—. ¿Es lo que me imagino?

—¡No imagines nada!!!… —gruño Dash—. Osh… ahora… lentamente… sin hacer mucho ruido… Solo 200…

El gran camión de suministro de combustible empezó a bombear lentamente haciendo el menor sonido posible, cosa de no llamar la atención del personal de seguridad de la planta. 

En un edificio aledaño a la planta #7, el ruido producido por el camión de suministro de combustible era apenas perceptible. No obstante eso, el eco generado fue lo suficientemente fuerte como para despertar al jefe del programa de ensayos de vuelo, quien se encontraba de guardia esa noche.

Todavía cansado, se había acostado tarde planificando las pruebas de varios aviones, se dirigió, arrastrando las ruedas lentamente, a la ventana de su habitación cuya vista daba justamente a la rampa de vuelo; subió un poco su persiana y no pudo más que abrir los ojos de par en par, sin poder dar crédito a lo que estaba viendo: ¡una pequeña unidad APU cargando combustible  al nuevo avión de caza!!!

“¿Quién autorizó esa operación?”, pensó, mientras observaba el movimiento frenético que el pequeño carrito auxiliar ejecutaba alrededor del    F-14.

Se quedó contemplando unos instantes más, cuando de pronto, se dio cuenta que había movimiento en dirección al este de la rampa; no estaba seguro si eran los demás aviones o qué, pero decidió llamar a seguridad por si acaso…

—Seguridad, buenos días… 

—Buenos días señor oficial, habla el ingeniero jefe del programa de ensayos de vuelo…

—Buenos días señor, en que podemos ayudarlo? —preguntó la voz anónima al otro lado del auricular.

—Verá, no estoy seguro de haber pasado por escrito que el día de hoy íbamos a empezar más temprano con los ensayos en el nuevo avión de caza…

El oficial de guardia verificó rápidamente en su carpeta si había alguna comunicación del departamento de ensayos.

—Eehhh… Negativo señor… no tenemos nada al respecto… —le informó la voz.

—Pues bien, para que quede en el record, en este instante estamos comenzando a realizar los preparativos para el encendido de motores del F-14 Tomcat.

—En cuenta señor, de inmediato voy a proceder a anotar la novedad… ¿Algo más en que pueda ayudarlo?

—No, gracias oficial… Eso es todo. Hasta luego.

—Tenga un buen día Señor…

El supervisor de guardia, sentado cómodamente, le hace una seña interrogativa al oficial que atendió la llamada…

—Estos ingenieros… —dijo sin darle mucha importancia a la llamada, mientras anotaba la hora, el motivo y el cargo de la persona que efectuó la misma.

El ingeniero volvió a asomarse por la ventana, justo a tiempo para el momento cumbre de la madrugada. 

Lo que vio y escuchó hizo que se dibujara una sonrisa de satisfacción en su cara. Después de esto, volvió a su cama y se acostó a dormir…

—Acuérdate de avisarme Tom… —le dijo un nervioso Dash.

—Ya casi… Ya casi… Casi… ¡Listo! ¡200lbs!!! —Exclamó, emocionado, el F-14.

Dash le hizo una señal al camión para que detuviera el bombeo y procedió rápidamente a desconectar la manguera de  combustible. Luego colocó la tapa del sistema en su lugar y le dio vuelta, asegurándose de que el mismo estuviera sellado y presurizado; inmediatamente, le ordenó a Tom que cerrara la compuerta que da acceso al sistema de combustible. 

—Sabes el riesgo que estamos corriendo, ¿no? —le advirtió.

—Si. Y gracias Dash… Te debo una…

—Sí, sí, si… Ya sé… “eres mi amigo… y bla… bla… bla…” —se mofó Dash. 

Tom esbozo una pequeña y tímida sonrisa. Lo que en ese momento sucedía, realmente no se lo había esperado.

—Ahora préstame total atención Tom, es importante… Mírame a los ojos…

Tom asintió.

—Cuando yo te lo indique, inicias el proceso de encendido del motor No. 2… ¿Estás conmigo?

El F-14 se quedó sin palabras. Solo alcanzó a mover la cabeza rápidamente de arriba hacia abajo.

—Enciende la bomba de combustible… Coloca la palanca de gases del motor #2 en “IDLE”… Verifica que la ITT no llegue a más de 890º… Todo eso lo sabes, ¿verdad?

—Si…—alcanzó a decir el F-14.

—OK…

Acto seguido, la pequeña APU se desplazó ágilmente hacia el fuselaje trasero izquierdo del avión y conectó la manguera de suministro de aire en el receptáculo situado detrás de la pata izquierda del tren de aterrizaje principal. Luego conectó el sistema de intercomunicador externo para poder hablar con Tom sin ser perturbados por el ruido de las turbinas.

—¿Me escuchas Tom?

—¡Fuerte y claro!!!

Con el rabillo del ojo Tom alcanzó a ver unas luces que se acercaban por la rampa de vuelo. No se intimidó. Era esto o nada.

Sin embargo, quienes se acercaban, lo menos que querían era perturbar el momento. Era el grupo de aviones que estaba estacionado hacia el final de la rampa, acompañado por varios equipos auxiliares y… Si… también por la viejita gruñona.

—¿Listo?

Tom estaba tan asustado que solo atinó a mover levemente su cabeza.

—¡Aire en el numero dos!!! ─exclamó Dash.

Al principio, un leve sonido parecido a un silbido, empezó a salir de la parte trasera del motor TF-30 del F-14. Este aumentó gradualmente hasta que llegó a su punto máximo; luego, casi inmediatamente, disminuyó un poco y se estabilizó.

—¿Todo bien? —preguntó Dash a su amigo.

—Eehhh… Si… Todos los parámetros motrices están correctos.

—Te doy aire para el numero uno? O lo haces por ti mismo?

—Lo hago por mí mismo —no dudó ni un segundo en responder el F-14.

Tomcat seleccionó el “ENGINE CRANK SWITCH” para purgar aire del motor número dos al número uno, y procedió a encenderlo.

El sonido resultante no hizo más que duplicar el zumbido en el ambiente. Dash desconectó rápidamente la manguera de suministro de aire, la enrolló y la colocó encima de su estructura, para estibarla mejor.

Entonces Tom activó el sistema de plegado alar, desplazando sus alas hacia atrás y hacia adelante, jugando, como el niño que era, con sus superficies móviles. Movió sus estabilizadores horizontales de manera diferencial… ¡no sabía que podía hacerlo!… Y luego, los movió para arriba y para abajo. Estaba feliz. 

Dash le hizo señas, girando su eje derecho, a Tom para que acelerara un poco más; entonces el poderoso caza impulso sus palancas hacia adelante, acelerando sus motores al 50%  MRT…

“¡Woow!!!!…” ¡Que ruido tan ensordecedor!!!

Intruder ya se había acercado al grupo y estaba sorprendido por la potencia de los motores del nuevo caza. Había compartido la rampa con uno de los mejores aviones de combate de todos los tiempos, Phantom, pero lo que veía y sobre todo por lo que escuchaba, estaba seguro que Tom tenía un gran futuro por delante.

Justamente estaba parado frente al F-14, cuando se le acercó uno de los Tracker que estaba en rampa. El avión antisubmarino le toca el ala derecha haciéndole notar su presencia; Intruder voltea, lo mira sonriente y le hace una señal de conformidad. Otro de los que se acercó fue Albatross, un anfibio de patrulla, veterano de muchas misiones de rescate, que estaba esperando un “overhaul” para reincorporarse al servicio.

Dash saltaba de emoción; nunca había sentido tanta potencia en un avión. Y esto era solo el comienzo…

De pronto, los motores empezaron a sonar diferente: tosían y carraspeaban; el rugido dio paso a un silbido que a su vez y rápidamente llegó a un silencio total.

—Se… Se agotó el combustible… —se disculpó Tom, algo apenado.

—Bien, bien, ¡BIEN!!!… ¡EXCELENTE!!!… —gritó Dash, con una emoción que no sentía desde la época en que servía en Vietnam.

Todos los presentes aplaudían, gritaban y silbaban. 

A Tom le era imposible describir lo que sentía; si eso era solo encender motores, ¡como seria colocar las palancas en “Zone Five” y despegar!!! 

Oshkosh y Dash se acercaron a felicitarlo y a chocarle el ala. Los demás, con la sola excepción de Intruder, se devolvieron a sus lugares en la rampa. 

Definitivamente, ese había sido con mucho, el mejor momento de su muy corta vida desde que salió del edificio de ensamblaje de la planta #6.

 




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