MARIA

MARIA

—-MARIA—-

 

María? , La campesina? Ahhhh ya maría! María era una de esas mujeres
que no soportaban las farsas, maría es la que representa a las mujeres que
luchan duro día a día  y no con mentiras,
madre de los hijos; dueños del ayer y del mañana, es de esas mujeres que hablan
poco pero cuando lo hacen es oro puro, creyentes que el amor es más grande que
lo oscuro, que luchan para no llorar y sonríen para amar; una mujer que tiene
la misma sangre que viaja por nuestras venas y nos hace vivir cada día con más
armonía, una mujer que no lucha en vano y consigue lo que quiere para empezar
bien el nuevo día.


Esta historia se localiza por allá,
en los verdes y calientes montes de la cordillera oriental, en un pueblito con
un poco más de un centenar de habitantes, algo pequeño pero con gente que lleva
fuego en el pecho y sueños en cada amanecer nuevo.

Es un pueblo hermoso, rodeado de
grandes bosques y un rio que pasa por alrededor como si fuera un novio, con
gente luchadora que trabaja por el pan del día a día ,gente libre que esperaba
con ansias el olor de las flores al terminar cada día. De todos ellos aparecía
una mujer que no se fastidiaba por el ser sincero, mujer que cuidaba el suelo y
a la gente del pueblo como si fuera su propio cuero; algo singular puesto que
no tenía algo más que esperar que la gente que veía después que se dispersara
la fría bruma de los días de enero.

Una hermosa mujer de vestido color
blanco con un pedazo de tela bordado hecho a mano que cubría desde su abdomen
hasta un poco más debajo de sus tobillos algo descuadrados y unos zapatos
manchados por los largos paseos que daba cerca del rio encelado; María se
llamaba me dijeron, supongo que ahora ya será una vieja con arrugas hasta en la
punta de los dedos, pero es la que hizo que este pueblo naciera de nuevo y que
el rio se llevara toda esa mala espuma hasta el punto que  perdurara su peculiar recuerdo.

 

 

 

Era una tarde como de costumbre en
este paraíso nuestro pero algo cambio un día del mes de enero cuando vinieran unos
ganaderos a comprar nuestros terrenos, vinieron imponentes con esos grandes
caballos de acero, corrompiendo nuestra paz de ensueño, vinieron buscando como
cual ladrón a aprovecharse de la gente del pueblo que a duras penas sabían
escribir sus sueños. Los que cayeron fueron poco a poco siendo borrados de
nuestros recuerdos, otros se dejaron comprar por unos cuantos pesos y se fueron
perdiendo poco a poco en el horizonte extenso, escuche que unos se fueron a la
ciudad a comprar paredes con un color nada bello.

Los borrados del recuerdo fueron los
que no se vendieron, siendo saqueados y desterrados con ofensas del verbo,
miedo y arriesgando mi propio cuello puedo decir que hasta con la visita de
mismísimo portador de los dos cuernos.

Los que corrieron por así decirlo con
mas “suerte”, fueron desterrados a lugares donde todo les es ajeno y les ha
tocado vender su cuero y mendigar hasta por el líquido vital para el cuerpo;
que mal la han de pasar mis amigos que fueron obligados a la vida prohibida
donde buscan pareja entre bares y falsos festejos.

Y maría? Ella se quedó con otros
pocos defendiendo la tierra de ellos, sobreviviendo por ellos, sonriendo a cada
momento pero muriendo cada día cuando veía que su amor verdadero estaba
decayendo, pero a maría no le valía que le dijeran que no era sensata y ella se
iba a jugársela para así no tener que esperar un falso consuelo.

Una noche  por lo que más amaba, se levantó cuando la
luna estaba aún cruda y no estaba desvelada; se lavó la boca con dos tragos de
ron, se puso su vestido blanco curtido por los días de trabajo sin descanso y
su pañoleta salpicada por un rojo sangre ,rojo sangre que manchaba su hogar,
que manchaba la tierra que amaba con un profundo orgullo, salió de su casa con
la mente más clara que nunca, y sin coger algún atajo, cogió el camino, el
camino de su destino. Me explico? No tenía miedo porque ella iba a salvar
nuestro mundo, iba a salvar lo que más amaba sin importar si la reina ya no
sería más parte después de esta jugada. Llego a ese bar sin brillo con solo su
sentimiento de amuleto, paso a la sala donde los sueños se corrompían y se paró
de frente del miedo, espero un segundo y justo cuando grito lo que su pecho ya
no soporta, fue tomaba y fue llevaba a ser ahora un santo, fue llevada para
mostrarle que el dinero valía más que sus sueños, fue destrozada y dejada al
pie de por lo cual luchaba ,tirada a merced del rio ,ellos no esperaban más
nada ,solo sabían que la gente se quedaría callada y maría seria olvidada.

Pero el rio no aguantaba más de sus
maltratos y dijo tengo que hacerlos salir ya de aquí a como de basto, lloro
como demente por su única amada, se dio cuenta que ya no podía vivir callado,
aumento poco a poco su flujo, con un coraje inmundo inundo todo ese convento de
maldades y no había alguna moral que aguantara, fue cortando sus paredes,
mientras que el corazón de maría latía más y más fuerte.

– De que se esconden? No era eso lo
que querían?                                                         
No tener pasado ni futuro y solo vivir el presente?                                                      
No importa cuánto quisieron matar aquí, el cuero nunca olvida sus
primeros amantes y no va a dejar que lo gobernaran nefastos acompañantes.

Todo esto fue hace tiempo, cuando
querían creerse más grande que el de arriba, me contaba la vieja mientras
entraba al pueblo, eso es lo que recuerdo, me lo dijo después de preguntarme
que para que venía a estos lares terminando por decir que no fuera como esa
gente corrompida y que amara verdaderamente lo que quería.




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