Días grises
Hay días de invierno en el corazón,
donde nuestros demonios son más fuertes;
lluvia en el alma,
y alguna nube negra.
Esos días de fantasmas vagabundos,
sin sonrisas ni armonía;
toque de queda para los sueños,
somnífero para el pensamiento.
Días en que la muerte te observa,
sin entender tu pobreza,
pero el miedo aúlla y corroe;
¿cuándo es que te quedaste tan solo?.
Noches escalofriantes,
tardes sin atardecer,
arcoíris grises;
días que no son.
Esos donde la vida en silencio,
grita perturbadamente;
donde la locura del ser,
es el idioma del mundo.
No hay nadie ya,
tardaste mucho en comprender;
otros juegan al amor,
tú, sólo eres un día común.
Sin alas,
los ángeles ya no te ven;
sin vida,
hasta Dios se ha olvidado.
Hay días de tinieblas,
donde confundes tu furia
con fortaleza;
tus lágrimas no tocan más la puerta.
La felicidad es tu enemiga;
eres un guerrero sin espada,
un heraldo sin mensaje;
luchas una batalla ya perdida.
Vacío quedaste,
¿hay algo peor que eso?;
sin fe, sin voluntad;
eres un universo de decepciones.
Hay días en que simplemente
no quieres despertar;
presientes la maldad de los buenos;
el frío toca tus pies.
En esos días cargados de tristezas,
no puedes ignorarte, la vida es única y corta;
seguir caminando es tu destino,
caer o levantarte es tu decisión.
La única forma de no morir,
es creer en ti;
la peor enfermedad,
es darte por vencido.
