Reaprender
Volver a construir refugios entre las sábanas, apretando fuerte los cuerpos para que no haya distancia. Tenerte entre mis brazos toda la noche y no querer soltarte cuando sale el sol, que quiero seguir haciendo resistencia en la cama si te quedas un rato más.
Perderme en esa puta sonrisa que me acelera el pulso y me nubla la vista, con mis pupilas haciendo formas de corazones y los ojos fuera de las órbitas. Con Mercurio en retroceso y compartiendo momentos y escenas principales con la felicidad. Reaprendiendo formas de esquivar el derrumbe emocional y sobrevivir a la dulce batalla.
Volver a dejarme la piel en los abrazos, sin correr mucho para no hacernos daño. Jugando entre escondites formados por las sinergias y el pulso que se acelera cuando me rozas los labios, sentir cómo se dibuja una sonrisa nerviosa en mi cara que no soy capaz de borrar ni con cirugía.
Perderme entre palabras de verdad, como hace años, cuando no hacía tanto frío en las calles. Después de los intentos fallidos de fuga vuelvo a tener esos nervios de las primeras veces, supongo que no voy a ninguna parte. Maldita sea… y yo con las ganas de irme perdidas en alguna otra parte.