¡ Siente !
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Querido
lector, le traigo un consejo, si quiere tómelo y sino tírelo, mas
no le aconsejo esto último pues en este consejo podría hallar su
felicidad. Conversemos un poco querido lector, si vosé quiere,
faltaría más. -
Dígame
querido lector, dónde se halla? -
[…]
-
Y siga
contándome, cómo es ese lugar? -
[…]
-
Y cómo se
siente, querido lector? -
[…]
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Ya veo,
pero dime, se ha percatado de qué es lo que siente en ese lugar? -
[…]
-
Ahora que
se lo he dicho, podría contestarme, qué siente? -
[…]
-
Alguna vez
le habían preguntado, qué siente, no cómo se siente sino qué
siente? -
[…]
-
Y podría
llegar a pensar que se reduce a lo mismo, qué siento o cómo me
siento, pero no querido lector, al cómo se siente respondería con
una reducción de lo que siente, bien se podría decir que haría
la media de todo lo que siente y daría una respuesta general, un
mero dato estadístico, sin embargo, no está diciendo qué es lo
que siente y cómo le hace sentir eso que siente en el momento en el
cual le están preguntando, qué siente. Discrepa, comparte,
entiende lo que te propongo, respóndeme pues me interesan sus
palabras. -
[…]
-
Bien pues,
ahora que me he explicado mejor, respóndeme, por favor, qué
siente? -
[…]
-
Se ha dado
cuenta que nos resulta más difícil decir qué sentimos, que cómo
nos sentimos, dónde estamos o cómo es el lugar en el cual estamos? -
[…]
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Pero este
contexto que le acabo de plantear no es, para nada, reducido a este
momento concreto. En nuestro día a día -la vida misma- nos suele
pasar lo mismo, bien sabemos dónde nos hallamos, en qué fecha
estamos o si, en general, nos encontramos bien o mal, sin embargo,
no nos paramos a sentir nuestros sentimientos, a preguntarnos cómo
nos sentimos en un cierto momento y cuál ha sido la causa de esos
sentimientos.Desde
mi punto de vista, simplemente luchamos, sea un sentimiento
desagradable o confortable, lo reducimos a una lucha, bien sea por
su permanencia o bien sea por intentar alejarlo, nos pasamos la vida
luchando por o contra nuestros sentimientos y nunca nos paramos a
sentir lo que sentimos, y en esa lucha no nos paramos a sentir lo
que sentimos, perdemos el tiempo en luchar y cuando queremos darnos
cuentas aquello que sentíamos ya no lo sentimos, no hemos
aprovechado ese sentimiento.Y
dime, de qué sirve tanta lucha, esta solo nos genera un “stress”
y nos aleja de lo simple que es sentir. Ese es mi consejo, siente!,
deje de luchar contra sus sentimientos, simplemente cállese y
escuche qué es lo que sus sentimientos le quieren decir.La
vida no son momentos malos o buenos, son sentimientos agradables o
desagradables, a raíz de ese sentimiento verá el momento bueno o
malo, por eso sentir es vivir. Sienta dolor o paz en su interior, no
luche porque esos sentimientos se queden o se marchen, simplemente,
siéntalos, disfrútelos y aprenda que le causa esos sentimientos.Y
puede pensar que es difícil hacer esto que le digo, pero lo que más le costará
es vencer el hábito de querer luchar, sobretodo, cuando el
sentimiento es desagradable, puesto que parece contraproducente el
no luchar contra ese dolor, parece antinatural incluso, por eso
luchamos y luchamos, mas no hacemos lo más sencillo, que es no
hacer nada, a lo sumo escucharse a uno mismo.-
[…]
Le
itero y reiteraré, escúchese, sienta, empápese de ese sentimiento
exprimiéndolo y echándoselo por encima, déjalo que cale y que pase lo
que tenga que pasar, aprenda de ellos no luche contra ellos.Después
de esto, dígame querido lector, dejará la lucha y escuchará su
interior?, sentirá?!, dígame cuál es su respuesta, siempre me
interesó, querido lector. -