SORIA Y OTROS OLVIDADOS
No sé
quienes ni porqué me marcaron con una cruz.
No sé
porqué mataron mi porvenir cuando aún estaba vivo,
cuando
la sangre de las almas que me habitaban
corría
por mis sendas y caminos.
No
entiendo qué tienen otros lugares que no tenga yo.
No sé
a quien echar la culpa de este drama que me habita
y
tanto me ha envejecido…
Alguien
habrá a quien rompa el corazón.
No
puede ser que me empujen al Olvido.
No
puede ser… Me niego a desaparecer.
Soy hija de un soriano berlangués (Berlanga de Duero). Siempre he querido visitar su pueblo. Cuando me lo permitan lo haré.
Esta poesía de lamento indica perfectamente lo que sentiría cualquier pueblo olvidado, si fuera un ser que sufriera frustración y tristeza al mismo tiempo.