Angel Testigo

Angel Testigo

El ángel testigo

Es extraño por más que mire y estudie a los humanos son algo totalmente…no sabría como definirlos, son… ¿asombrosos?, sin embargo a su vez son envidiables, no es que yo sea capaz de sentir semejante cosa; pero al ver los humanos, lo capaces que son de tomar elecciones sin pensar en consecuencias a base de sus impulsos, aunque en sus corazones albergan un sin fín de emociones por las cuales se hacen ver especiales delante de los ojos del todo poderoso y creador y es donde cabe resaltar lo maravilloso y bendito que es su mayor creación que son los mortales. Pero cabe también resaltar que hay algunos que se destacan más que otros en ciertas áreas como, en la muisca, en lo político, y en lo que ellos llaman ciencias.
Para no entrar mucho en menudencias, me enfocaré en un solo mortal para destacar y señalar a lo que me refiero sobre mis estudios e interés por los humanos; realizaba yo mis viajes de estudio por todo el mundo escribiendo y tomando notas, como siempre lo hago, ya que es mi tarea asignada desde hace milenios; tomar notas sobre el comportamiento humano y llevarlas ante un tribunal, al lugar donde los humanos lo llaman “el cielo”, donde están los arcángeles y serafines mas destacados como jurado y el juez supremo asignado por nuestro señor, sin embargo el no puede dar un veredicto a menos que nuestro señor lo autorice; en fin sentado en una cornisa de un alto rascacielos de Venezuela, creo que era de su capital; leía los resúmenes de mi trabajo y pude notar que no había chequeado un callejón de dicha zona, era una de las calles pobres del lugar. Así que tome la iniciativa de ir a observar y tomar notas como de costumbre es mi trabajo.
El callejón era bastante oscuro y en algunos rincones habían personas rosando sus cuerpos de una manera… poco usual…lujuriosa diría yo para ser mas especifico, otros lacerando sus cuerpos con agujas y demás cosas, estaban de un estado deplorable y me sentí totalmente indignado al ver como los humanos llegaban a ese estado tan repugnante y sentí asco por primera vez y no lastima por ellos, horrorizado por lo que veía me regresé ante Dios con furia en mis ojos a reclamarle el motivo del cual el porque me envió a ese lugar tan denigrante.

“Mi señor me rindo ante su presencia y misericordia, pero me veo obligado a presentar objeción al enviarme a un lugar como ese, no lo entiendo___ dime hijo…se cual es tu inquietud pero dejare que desahogues tu duda y tu rabia en la pregunta___ ¿¡¡ COMO PUEDES PERMITIR QUE TUS HIJOS; TU MEJOR CREACION SE LASTIMEN DE ESE MODO?, ¿¡¡QUE SENTIDO TIENE VERLES SUFRIR Y SUCUMBIR ANTE EL PECADO?___ tus dudas son aceptables Zael, pero no dudes que verlos sufrir no significa que no los ame y los haya dejado al olvido, todo lo contrario fueron ellos los que lanzaron al olvido de ellos mismos, olvidaron quienes son en realidad y eso me causa un gran dolor, pero siguen siendo mis hijos y los amo por igual que todo lo que he creado y los amo porque son libres. Ve regresa y continua tu trabajo___ Pero mi señor¡¡___ Ve y no dudes a veces los humanos pueden llegar a sorprenderte más de lo que esperas.
Y así fue, regresé a terminar mi trabajo, con mis dudas y confusiones, aunque a mi pesar vi como mi señor me sonreía a pesar de mi molestia, vi su grandeza, oí su voz llena de paz y calma y eso no me hizo dudar ni un segundo de su orden y vi a un joven, no pasaba de la adultez; en el calendario humano creo que tenia unos 18 años, se llamaba Sebastián, el joven se encontraba en una situación muy drástica de su vida, no tenía sus padres, era hijo único y trabajaba para sobrevivir, me llamó un poco la atención su actitud a pesar de encontrarse en ese lugar tan oscuro y vacío de sentimientos, todo los días lo iba a ver para verificar su comportamiento y sus avances, poseía humildad, una humildad triste por su soledad y su silencio, y los tapaba con su mejor sonrisa, no sabría si tener pena por él o tristeza por él, o simplemente admiración por su esperanza y su fe, Jofiel mi compañero se paró a mi lado y me dijo, “esos son los primeros que se ganan la entrada a la tierra prometida de nuestros señor misericordioso, Glorioso sea su nombre, son herederos por excelencia”. Y así como vino se fue a continuar su trabajo y yo el mío, muchos demonios lo acosaban para hacerle sucumbir, podía verlos a su alrededor, pero inconscientemente no se dejaba doblegar por nada, su fe era más fuerte.
En su camino, Sebastián se encontró un cachorro, era una noche lluviosa y hacia mucho frio, lo note por el cachorro hambriento y por Sebastián. Sebastián se quito el suéter que llevaba y arropó el cachorro y se lo llevó a su casa sin importar su salud, ni estarse mojando por la lluvia inclemente que caía sobre ellos. Llegando el se secó se sentó por unos segundos y después le dio de comer a su nuevo amigo, pude notar que no tenía ni hijos, ni esposa, estaba totalmente solo y así que Sebastián y su nuevo amigo vivieron felices durante muchos años. Se pensaran si termina aquí mi relato, pues no, como verán y entenderán para los ángeles el tiempo es efímero e inexistente, es decir, no nos afecta, pero para Sebastián y su amigo si, al pasar de los años y mi labor de observador nunca deje de ver el desarrollo de Sebastián y su amigo, creo que le llamaba LUCE, en italiano significaba luz y ya vi el motivo de ese nombre, claramente se hacían compañía mutuamente, fueron la luz de cada uno entre ellos, se hicieron los mejores amigos.
Cuando Sebastián salía a trabajar le decía a su perro “luce espera aquí, ya vuelvo”, y su amigo, acostado en la pequeña alfombra de la humilde morada se quedaba esperando a Sebastián y su regreso, ya que cuando volvía ellos salían a dar una vuelta, siempre fue así, compartían hasta la más pequeña hogaza de pan y así se hicieron los tiempos, y los años le fueron abatiendo hasta hacerles ancianos juntos y sin hijos, sin herederos, ni familias.
Una noche de lluvia, como la misma que el destino hizo encontrarse entre ellos, Sebastián gravemente enfermó, no podía levantarse de su cama y LUCE acostado al lado de su cama lamiendo su mano para que abriera los ojos y frotara su cabeza, como hacia siempre, en los ojos de LUCE se veía la angustia y la tristeza, de pronto los ojos de LUCE se llenan de vida cuando ve que los ojos de Sebastián abren forzadamente y le miran con el mismo cariño y amor con la que siempre estuvieron unidos gracias a su amistad, y con voz vaga y baja le dice a LUCE, “HA¡¡ amigo mío, tantos años juntos y nunca nos hizo falta nada más, me has devuelto la esperanza de creer que hasta en los momentos más extraños se puede encontrar alguien en quien confiar y apoyarse para tomar un segundo aliento y continuar, al encontrarnos esa noche tuve mis dudas, pero igualmente te traje a mi hogar, que en ese entonces no tenia ni nombre, ni se merecía llamar así, tu y yo formamos ese hogar amigo mío, esa calidez de un hogar, tu fuiste mi familia y mi hermano, estuvimos en las buenas y en las malas, LUCE como dice tu nombre me devolviste la luz a mi vida, amigo mío, en estos momentos debo viajar muy lejos pero tranquilo, tu espérame aquí que yo volveré por ti, como siempre y nos divertiremos como nunca y hasta mejor, estar así contigo es la mejor forma de viajar, un buen motivo para regresar para hablar y contarnos tantas cosas y ponernos al día en todo, tu tranquilo amigo mío, espérame como te dije, que yo regresaré”.
Ese fue el momento más triste de mi existencia, nunca vi algo igual, si fuera humano estaría de rodillas llorando al lado de su cama, lo único que hacía era mirarlos y como Luce poco a poco dejaba de mover su cola al ver como Sebastián iba cerrando los ojos poco a poco hasta no abrirlos nunca más, una lagrima salió de los ojos de Sebastián al cerrarlos, ya que cuando los cerraba no dejaba de mirar a su mejor amiga LUCE, pasaron dos días de lo sucedido y LUCE fielmente al lado de la cama de su amigo Sebastián, esperaba pacientemente, no eran el amo y su mascota, eran más que eso, eran amigos, hermanos, familia, mucho más que eso, eran la luz de su existencia, ya para la madrugada del tercer día LUCE dormía paciente y dulcemente y nota que abren la puerta del cuarto de Sebastián y nota que es el mismo Sebastián de pie sano y lleno de vida en sus 18 otra vez y detrás de él una luz clara y serena que le rodeaba, le miraba con el mismo amor de siempre y con voz suave le hablaba, “hola amigo mío, he vuelto ven vamos a dar una vuelta, hablemos”, los ojos de luce se rejuvenecieron y se llenaron de vida y moviendo la cola se fue detrás de Sebastián y nunca más volvieron, pero sé a donde fueron y están muy felices y ya no les aqueja la tristeza, ni el dolor o la intriga de un posible mañana lleno de quizás, siempre serán felices.
Arrepentido y lleno de tristeza carcomiendo mi pecho regresé ante mi señor y creador llenándolo de alabanzas y elogios por su sabiduría y su misericordia, “mi señor perdóneme por el pecado de mi insensatez y por poner en duda su sabiduría¡¡¡¡___ está bien y también te doy el don y el permiso de expresar como quieras tu arrepentimiento y tu dolor”; no soporte más y me postre ante Él llorando desenfrenadamente y Él colocando su mano en mi cabeza me consolaba con su voz suave y armoniosa, un dulce canto lleno de regocijo y consolación.
Desde ese entonces no dudo de la palabra de mi señor y de las sorpresas que cubren a los humanos, gracias al poder divino y la perfección con la que cubren sus deseos y voluntades, y la bendición de ser libres.




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