culpable
Casi me duermo y cómo me pesan los párpados
cuando me acuesto. Veo a la pared y veo el recuerdo…
-Yo no hice nada, ese man es un mentiroso y el
tombo es amigo de él. Ahora solo hace falta que diga que vendo drogas- -bueno,
quédese acá, tranquilo nosotros estamos es para brindarle seguridad, somos
imparciales-.
Fijo, pasó un día, al terminar ese día se me
hizo extraño que no me resolvieran nada. Al día siguiente. –Traslado para la
Modelo- – ¿Como? ¿Porqué?- -Expendio de drogas- -¿Qué?- Parecía mentira, había yo
parado un tipo que le pegaba a un abuelo de la calle y ahora estaba a punto de
ir a una cárcel por eso, -¿qué tipo de justicia es esta?- Me alegaba a mi mismo – Señora Juez, yo digo
qué pasó, él dice que otra cosa ¿a quién va a creerle usted? Soy un hombre
solo, con solo su conciencia en paz, y ya ve, estoy acá- -es cierto, es su
palabra contra la de él por qué querría
dañarlo él?- – vaya a saber; lo cierto es que su invento me tiene acá- – ¡Cuál
invento, yo no he inventado nada!- -no, no, no, su invento de él, del tombo- –
usa palabras ambiguas usted, insinúa y se devuelve. ¡Chivo que se devuelve se
esnuca!- -señora Juez, yo no dije eso, usted entendió mal- – ¿me esta diciendo
bruta?- – no, no, no se trata de eso es que ¿cómo puede verse cierto un
invento? Entonces si dicen que yo robé y maté, sin que haya sido, no hay manera
en que no salga comprometido- – ¡ah! Con que robó y mató, pues máxima pena por
hurto y asesinato- ahora quieto miro a la pared y al recuerdo, cumplo ya mi quinto
año y mejor me callo, pues todo lo que he dicho ha sido en contra mía, no
quisiera yo que mis palabras acabaran con mi vida.