Despedidas
Perdona que te hable así, mientras meto en cajas el olvido y te dejo a ti los recuerdos para que los cuelgues donde antes había cuadros.
Tú te quedas con los años vividos y yo con los daños mal repartidos.
Sabes que siempre fui de letras, perdí demasiado tiempo escribiéndote “tequieros” en el espejo del baño en lugar de llevar la cuenta de las veces que ya no me mirabas.
No sé qué hacer con los sueños que alguna vez tuvimos. Los voy a partir por la mitad, un trozo para ti y otro para mí, total, ya estamos rotos.
Ten cuidado por donde pisas, no te vayas a cortar, aún no he barrido nuestros fracaso.
También he de dejarte aquello que íbamos a construir, en el camión de la mudanza no caben los castillos en el aire.
Mi aroma tardará un poco en irse, abre puertas y ventanas, que venga el aire y te revuelva la rutina. Que te oxigene las sábanas y te traiga otros olores que añoras en tu mirada esquiva.
Baila en mi ausencia, que vuelvan a su sitio las neuronas abatidas por el cansancio emocional.
Sube la tele, ponla a todo volumen. Sé el dueño del mando y cambia el canal de los dramas.
Pon una película de acción, que sé que las románticas no eran lo tuyo.
Cierra los ojos y respira, que tu deseo está a punto de cumplirse.
Cuando los abras sonríe, que ya yo no estaré aquí.