La moneda y el humo azul

sa_1456077688humo azul

La moneda y el humo azul

Estoy en mi habitación asustada . Cada vez que escucho como se abre una puerta o como hablan entre ellos se me crea un nudo en la garganta.
A veces lloro porque no entiendo qué he hecho para merecer esto, se supone que deben cuidarme.. no hacerme daño. Es peligroso contar a alguien qué se pasa día a día en el lugar donde nací pero necesito contarlo para no sentirme tan sola en esto, y por aquí es una forma anónima así que es lo más seguro a lo que puedo aspirar. Atrás quedaron los días donde me abrazaban mientras sonreían al verme.
Hoy me enfrento a miradas de asco, a comentarios hirientes, a amenazas constantes o indiferencia: vivo con miedo en mi propia casa, y es inviable la idea de contar con el apoyo de mi familia (no me creen o no me quieren creer), el caso es que o le quitan importancia o simplemente se mantienen al margen. Cada vez me da más asco el dinero, sobre todo cuando veo esas sucias monedas: Una cara y una cruz, opuesta totamente, me recuerda a ellos: agradables con todos excepto conmigo.
Hay tantas cosas que contar en estos siete años que no caben en tan pocas páginas: los golpes, los insultos, los tacones arañando mi espalda o el simple hecho de mí empujando la puerta de mi cuarto sin poder evitar que entren y sigan con mi tortura diaria.
Soy muy joven para tener ataques de ansiedad, soy muy joven para tener insomnio y soy muy vieja para tener miedo . Mi cuerpo se va demacrando poco a poco, como el humo azul se esparce por una habitación sin ventilación.
Mi pareja me pidió miles de veces que me fuera con él a vivir… teniendo que enfrentarse a mis negativas, porque estoy en un momento de mi vida en el que siento que todo lo malo que pasa es mi culpa, es lo que me dicen cada día: “Tu padre está enfermo por tu culpa”, “Tus hermanos se peleean porque no sabes cuidarlos”, “Nos ahogan los gastos porque no sirves para nada”, “Sólo das problemas” (Lo más curioso es que soy una persona estudiosa, nunca me he emborrachado ni consumido drogas y mi familia felicita a mis padres por “como he salido de buena”)
Me he dado cuenta que no sirve hablar con ellos, siempre buscan excusas en el exterior para justificar lo mal que estoy (porque ya he tenido que pisar el médico en varias ocasiones, finalmente han tenido que escuchar de un médico que si que tengo algo real, que no me invento: ansiedad y depresión aunque ellos desde entonces han aumentado la intensidad de sus acciones hacia mí).
Ya es por mi salud, voy a irme, pero tengo tanto miedo a ese momento… de decir… “mamá y papá me voy de casa con mi pareja”… miedo a que no me dejen coger mi ropa  o despedirme de mis hermanos y echarme de una patada, aunque ya me han dicho en numerosas ocasiones que quieren que me vaya de casa porque hundo a mi familia ya que siempre que me ven estoy triste ¿Cómo no voy a estar triste con una familia manipuladora y castrante? Da igual lo que haga, o me chillan por hacer las cosas mal (porque siempre lo hago todo mal según ellos) o los griton son por no hacer algo, es una vida muy contradictoria que me está deformando, ha llegado un punto que no sé como soy.
Pero estoy decidida, me voy a ir, aunque se a que me enfrento: seguramente no me dejarán ver a mis hermanos y les comerán la cabeza diciéndoles que su hermana se fue porque no les quería y que la familia está mal porque ella no se quedó a ayudar (yo me desvivo por ellos pero me dan pena porque les están educando fatal y a pesar de que les quiero muchísimo… dudo que les vaya bien la vida si mis padres siguen llevándolos por ese camino donde hay premios por portarse mal o insultar a la hermana.. sí, cada vez que mis hermanos me insultan o me pegan mis padres se ríen o ignoran que algo pasó… cuando es al revés… sí… me gritan o incluso golpean.. las amenazas no hace falta mencionarlas.. son como el pan de cada día.
Menos mal que una voz de cordura me dice que no me invento nada (como hace mi madre, diciéndome que estoy loca, que ella no dice o hace ciertas cosas), mi pareja ve y escucha lo mismo que yo porque está ahí. Nos vamos a ir juntos a un futuro incierto por los pocos recursos de los que disponemos, pero todo será mejor que vivir en un lugar donde buscas apoyo familiar y sientes que te desprecian o pides un vaso de agua como si te estuvieran haciendo un favor. Me da muchísima pena hacer esto, yo no quería que acabase así, pero estos últimos meses la cosa va en aumento y mi cuerpo está diciendo basta. Sé que por irme y por como son ellos, muchos momentos de mi vida serán más amargos… mi boda… tener hijos… ya que seguramente mis padres por desprecio no quieran estar ahí o si están intentarán hacer comentarios o gestos para que mis vivencias no sean agradables… una de las cosas que jamás olvidaré será cuando mi madre me empezó a culpar de cosas de su vida y al ver que yo comencé a llorar diciendo que parase.. sonrió de satisfacción, como si el verme sufrir la alimentase.
Esto no es que sea un relato corto, es un resumen sin acabar, espero que el siguiente capítulo no sea un humo triste y azul en una habitación negra, sino un balcón lleno de brisa.




  • 0 Comentarios

    Dejar una respuesta

    Contacto

    info@scriboeditorial.com
    666 47 92 74

    Envío
    o de las

    Inicia Sesión

    o    

    ¿Ha olvidado sus datos?