Sueños Protegidos
Desde que mi papá me dijo que iba a empezar a dormir sola en mi nuevo
cuarto, le
confesé que no lo iba a poder hacer, porque le tenía mucho miedo a la oscuridad. Es por eso que, antes
de dormirme, mi papá me leía un cuento de fantasía donde había bonitos finales.
Eso me calmaba y me ayudaba a sobrellevar la noche.
Fueron
varias las veces en que me despertaba por alguna pesadilla; gritaba a todo pulmón, y de inmediato, la puerta de mi cuarto
chirriaba a medio abrir, y de ahí se asomaba la sombra de mi papá, en la
oscuridad. Algunas veces, cuando el miedo en las noches era tanto, lo sentía en
mi cama, acariciándome el cabello, susurrándome algo que no llegaba a entender,
y así volvía a dormirme.
Por eso
siempre me sentía realmente protegida, y casi siempre que tenía una pesadilla,
él estaba allí. Tiempo después, papá
cumplió años y yo decidí hacerle un dibujo especial, donde yo aparecía durmiendo
plácidamente, y mi papá en la orilla de la cama cuidándome los sueños.
–¡Feliz cumpleaños papá! Gracias por cuidar mis sueños
todas las noches. Tú sabes que aún no logro acostumbrarme a dormir sola, me
aterra la oscuridad… pero siempre te asomas por las noches, dándome valor. Te
quiero.
Le dije, y
después le di un besito en el cachete, abrazándolo fuertemente.
–Hija,
pero… -me dijo sorprendido-, yo nunca me he despertado de noche para verte
dormir…
Mi papá me
dijo que seguro eran alucinaciones mías, que el miedo me hace ver y escuchar
muchas cosas, que durmiera en paz, porque no era nada de lo que debía
preocuparme…
Eso me dijo
ésta mañana. Ahora, en la oscuridad de mi cuarto, no he podido dormir desde
hace más de 3 horas, porque desde la puerta, un hombre me vigila…
… y en estos
momentos se está acercando a mí.
