Yo, Verdugo
No sé donde nací,
menos sé de mi nombre,
tampoco es de interés,
mi historia no es muy noble.
Verdugo me llamaban,
sin pena por saberlo,
pues lejos de entenderlo,
tampoco preguntaba.
La fuerza era mi don.
Temprano me enseñaron,
con odio a despreciar
a cuantos me postraron.
Preso de sinrazón
y hastío de lo humano,
el hierro entre mis manos,
cumplía su labor.
Con poco que robé,
impuse a un escribano,
poder documentar,
con pena mi epitafio.
Pues te preguntarás,
si dije que la pena,
en mí no era dilema,
¿cómo sería tal?
Ahora te comento,
por lejos de esperar,
que llega más el cuento
de lo que se iba a dar.
Al alba de algún día,
vinieron a ofertarme
sin orden del gendarme,
deber hacer justicia.
Sin falta y sin recelo,
dispuse a la pericia,
cumplí como ignorante
sin cuenta que era pifia.
Cuando hice de observar,
un palmo no medía,
el cuerpo que yacía
en el firme pisar.
Era hija de mi dueño,
no supe de su edad.
Fruto único en su fuero,
esa era su maldad.
No me pesa el motivo,
por cargarme ese muerto,
descubriendo lo cierto,
ya lo tuve asumido.
Me sentí consternado,
cuando tuve consciencia,
que había de pagar,
por tal incongruencia.
Pues algo me decía,
lejos de conocer,
que aquel acontecer,
llamábase herejía.
Más tuve que pagar
haciéndome testigo,
de quién fue el inventor
del vasto magnicidio.
Pues por naturaleza
que no hice raciocinio,
y sin buscar motivo,
corté toda cabeza.
Dejando por cerrado
mi oficio por empeño,
aquel último tajo,
quedó para mi dueño.
Por bruto que yo fuera,
no pude comprender,
llegarse a cometer,
sin culpa tal vileza.
Después de relatar
mi cuento al escribano,
pagando con dinero
que le cobré a mi amo.
De nuevo regresé
al sitio del pecado,
haciéndome apresado
del loco menester.
No me hice de explicar
sobre lo acontecido.
Lejos de replicar,
callé con buen sentido.
Todo quedó en locura.
Verdugo sin piedad.
Confieso de maldad,
a falta de cordura.
“Falto de voluntad
dio muerte a la princesa,
cortó al rey la cabeza.
Les sorprendió sin más”.
Mi suerte fue pagar
castigando a un injusto.
Qué extraño fue morir
a fin de otro verdugo.